En el Origen está la recurrencia


Después de haber visto cinco veces la película Origen ? Inception empiezo a convencerme que me gusta tanto porque juega una y otra vez con el concepto de la recursividad o la recurrencia, palabra que sí que está en el diccionario y que según el mismo es la propiedad de aquellas secuencias en las que cualquier término se puede calcular conociendo los precedentes.

Un ejemplo más sencillo es el de los dos espejos enfrentados. Digamos que tenemos dos espejos grandes y los ponemos enfrentados. Tú te colocas entre ellos y te reflejarás hasta el infinito en los mismos. Ese fenómeno es el de la recurrencia y toda la película Origen ? Inception es un gran episodio recursivo en el que la única forma de encontrar la solución es seguir adentrándote, saltar a un nivel más profundo y por tanto más sencillo hasta alcanzar el elemento básico que fija la primera de las dos reglas de la recursividad, ya que tienes que tener ese elemento y tienes que tener un conjunto de reglas que te permitan reducir cualquier otro elemento hasta alcanzar el básico. El ejemplo de los espejos lo vemos en un momento determinado de la historia y aunque nunca nombran el concepto, lo dejan caer en nuestra cabezota y calará en unos más que en otros.

La recursividad es uno de esos conceptos fáciles de explicar pero muy difícil de entender y sobre todo cuando lo aplicas a la programación. En lugar de escribir cientos de líneas de código, haces un pequeño programa que se llama a sí mismo todas las veces que sea necesario hasta que resuelve el problema. En la película de lo que se trata es de implantar una idea en una persona para que haga algo muy específico y para ello, esa idea tiene que ser muy sencilla. La tienen que introducir en un nivel muy profundo y la única manera de llegar es ir saltando una y otra vez hasta llegar al lugar en el que ese concepto sencillo se convierte en algo propio y al regresar a la superficie, va modificando todos los saltos y los resuelve. Siempre me ha parecido que la solución de problemas con métodos recursivos es muy elegante y esta película lo confirma. Hay un derroche de belleza en la manera en la que el guión nos hace saltar de escenario en escenario, siempre repitiendo frases pero sin embargo dándoles un nuevo sentido en cada iteración, haciendo que la misma frase ilumine un trocito de la historia que no comprendíamos y que al regresar al nivel previo nos permite apreciar las cosas mejor.

Lo mismo se puede decir de la música, recursiva en los cuatro o cinco niveles en los que nos movemos, siempre con la misma tonada que varía sutilmente para indicar la etapa recursiva en la que está y saltando de una a otra cuando la acción se desmelena y tenemos cuatro niveles de realidad que suceden en paralelo y que requieren una gran atención de los espectadores. Una banda sonora que cumple perfectamente con su propósito y que ayuda a incrementar la tensión en los momentos necesarios y a calmarla cuando la tormenta ha terminado.

En definitiva, que si hay una sola película que no hay que perderse este verano, en el hipotético caso de que te guste el buen cine, esa es Origen ? Inception.


5 respuestas a “En el Origen está la recurrencia”

  1. Esta es de las que iré a ver al cine. Hay mucha expectativa puesta -por mi parte- en el último trabajo del director de Barman.

  2. Yo he terminado en un bucle recursivo y sigo yendo una y otra vez esperando alcanzar el nivel más profundo y descubrir el elemento básico. Hoy voy de nuevo. Y puede que el domingo y el martes de la semana que viene …

  3. Bueno, eso es uno de los primeros recursos que se aprenden cuando estudias cine.
    Un besho.

  4. Ya he visto la película y me ha encantado. El final (los últimos 5 segundos) fueron apoteósicos! Todo el cine se echó a reír de emoción!