Entrada a lo desconocido


Entrada del jardín

Entrada del jardín, originally uploaded by sulaco_rm.

Una luz se apaga en algún lugar y con ella se marcha una última esperanza. Así comenzó el final de su vida.

El pequeño párrafo anterior no es más que una prueba buscando comienzos para historias. Hoy usaremos la imaginación. Seguro que cada uno lee esas líneas y se imagina algo único y diferente, unas vidas que avanzan por caminos de perdición o de gloria, que llegan a su fin o que se enfrentan a un gran comienzo. Si me esforzara un poco más saldrían mil palabras que acompañarían a estas y que le darían la forma de la historia que yo veo, pero no lo haré … aún. Quizás más tarde o más adelante la vuelva a sacar del baúl de los recuerdos y la use para algo. Por ahora queda aquí, testigo de algo que pudo haber sido y no fue.

Y para acompañarla y que no haga el camino sola, una foto de la entrada de mi jardín esta semana, tras una de las nevadas que hemos disfrutado. Estoy muy tontorrón y sensiblero y no sé por qué me recuerda a esos pórticos japoneses que salen en las películas de terror antes de que la niña vestida de colegiala reciba un par de botellas de jarabe con maléfica medicina y muera entre gritos y chorros de sangre.

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8 respuestas a “Entrada a lo desconocido”

  1. A mi me genera una nostalgia estúpida de otro año en otro lugar, con millones de sensaciones extrañas; y que ahora ya son, como debe ser, simples recuerdos. Quiero retomarlo, pero las nuevas experiencias no duran para siempre, y si voy con esa idea puedo pasarme la vida buscando un sitio nuevo.
    Vamos que sí, que sí me ha gustado.

  2. Kike: eso decir mismo quería yo.
    Yumiko: Japoné total. Y el resto del jardín va a juego. Me tendré que comprar la katana, los suecos de madera y el kimono para ponerme por las tardes en el momento exacto en el que el sol lanza su último rallo a arreglar el jardín. Tendré que volver a ver la peli del Ultimo Santurrón para coger los detalles primordiales de esta nueva filosofía de vida.

  3. Yo te regalo los zuecos de madera y los calcetinitos blancos a juego. Me han comentado que en Toledo hay katanas que dan el pego 😛

  4. No hombre, que Utada Hikaru es demasiado pop para ser medio samurai. Mejor algo de ishiwara Sayuri que es mucho más tradicional, jajajajaja