Excursión a Mingun


El relato del viaje a Birmania y Tailandia del 2011 comenzó en la anotación De Utrecht a Bangkok pasando por Hilversum y Amsterdam

Mandalay en si no tiene mucho que se pueda ver pero en los alrededores hay varios lugares muy interesantes. Mi segundo día planeé una excursión de medio día a Mingun, un poblacho situado a siete millas río arriba de Mandalay y en el que hay varias curiosidades. En el motel no se sabia si podría ir ya que el barco que te lleva igual no sale si no hay turistas. Inicialmente nos dijeron que no había nadie pero más tarde avisaron que tenían cuatro turistas así que fuimos hacia allá en el Budchingo. El río Ayeyarwady es la arteria que conecta todo el país. En el embarcadero conocí a una pareja de vascos que llevan meses viajando por África y Asia y que continuaran su viaje hasta mediados de agosto. Dejaron sus trabajos y se fueron a descubrir mundo. Hicimos la excursión juntos. A las nueve en punto nos tenían saltando barcos hasta llegar al nuestro. El billete valía 5000 kyats y el viaje de ida es de algo menos de una hora. El río, como casi todos en Asia, corre marrón por la tierra que arrastra.

Al llegar vararon el barco a las afueras del lugar y saltamos a tierra. Nada más llegar nos clavaron 3 dólares por visitar el lugar (combinado con Sagaing, sitio al que quería ir al siguiente día). Comenzamos caminando a través del lugar y por supuesto, siendo abordados por la gente que te quiere vender agua, refrescos, camisetas, gorros, pulseras, pinturas y similares. Llegamos hasta la Pagoda Hsinbyume, también conocida como Myatheindan y construida por el rey Bagyidaw en 1816. Hay dos teorías respecto a la construcción. En una se dice que el rey la hizo en honor de su esposa más vieja, la princesa Hsinbyume y en otras que fue la hija del rey Bodawpaya (el cual falleció tres años antes) la que la mandó construir en honor a su padre usando los materiales que no se emplearon de la Pagoda Mingun, la cual está la lado y debería haberse convertido en la Pagoda más grande del universo. La Pagoda es una representación de la Pagoda Sulamani, la cual según la mitología budista está sobre el monte Meru (la montaña que está en el centro del universo). Se puede subir a las diferentes terrazas que la componen y en la cima hay dos Budas, uno sentado detrás del otro. El más recogido supuestamente tenia bastante oro y los ladrones de templos lo arrasaron y cuando lo arreglaron, los locales quedaron preocupados porque su cabeza miraba demasiado hacia abajo así que le endiñaron otro Buda delante.

Junto a la Pagoda hay un monasterio al que no entramos y nos fuimos a ver la campana Mingun, la cual se mandó a construir en 1808 para la gigantesca Pagoda Mingun. Pesa 90 toneladas y es la campana más grande del mundo intacta y la segunda si contamos una rota que hay en Moscú. La sostenía un tronco de teca pero el terremoto de 1838 rompió este soporte y los británicos le hicieron uno con una viga de hierro. La campana tiene más de cuatro metros de alto y más de cinco de diámetro en su parte inferior. Te puedes meter debajo (algo que por supuesto hicimos) y hay unos troncos para golpearla y que suene.

Cerca está la Pagoda Molmi, nueva y sin ningún tipo de interés pero a la que entramos porque lo de quitarse los zapatos y acabar con los pies negros es un deporte adictivo. De ahí nos fuimos a la Pagoda Mingun, un edificio ENORME y que se ve desde Mandalay sin problemas. El plan principal era hacer una Pagoda de 165 metros de alto y se quedaron en 56. La construcción comenzó en 1790 con miles de esclavos y prisioneros de guerra. El rey Bodawpaya supervisaba la construcción desde un palacio que se hizo construir en una isla al lado. La construcción se paró cuando murió el rey en 1819 y en 1838 un terremoto partió el monumento y lo dejó como se puede ver en la actualidad. Cada lado mide 80 metros de largo. Se puede subir hasta la parte superior de esta pila de escombros pero hay que hacerlo descalzo. El chamo Gabriel se gana una pasta cuidando los zapatos y me dio un manojo de menta para que lo pusiera en el suelo y enfriar las plantas de los pies, porque al subir, con ese sol injusto, crees que se te derriten. No veas lo que sufrimos para llegar arriba, aquello parecían los fogones del infierno y no era raro verme a la pata coja con un pie sobre mi ramo de menta. El tramo final es casi escalando ladrillos en una pared de dos metros y pico, descalzo y llevando la cámara, su bolsa, la guía, la botella de agua y el paraguas. Una vez allí las vistas son increíbles y ademas de hacer fotos, echamos raíces y nos quedamos descansando.

Bajar fue otra odisea y una vez estábamos al nivel del río fuimos a ver dos colosales estatuas rotas que se supone que son chinthe (medio león, medio dragón) y que guardan el templo. Lo que queda de ambas es los culos enormes. Por despiste nos quedamos sin ver un altar en el que supuestamente hay una huella de Buda.

Cuando nos subimos al barco, un montón de avispas se habían apoderado de parte de la cabina y regresamos protegiéndonos para que no nos picaran. A llegar de vuelta al Jetty de Mandalay la pareja de españoles siguió su ruta y yo la mía y quedamos en vernos para cenar juntos. La segunda parte de las actividades del día la cuento en la siguiente anotación.

El relato continúa en Mas templos y monasterios en Mandalay


7 respuestas a “Excursión a Mingun”

  1. Estoy segura de que esta anotación hubiese quedado 5 veces más espectacular si hubieras ido poniendo las fotos, aunque tus descripciones son tan buenas que te vas imaginando los escenarios!

  2. La foto de la campana y la del templo aparecen en cierto vídeo ya publicado en esta la mejor bitácora sin premios en castellano.

  3. Lo sé, lo comenté, me llamó mucho la atención ver unas piernas asomando por debajo del campanón, me imaginé que dándole un buen batacazo estando dentro te pasaría como en la película de Spiderman, o te estallaría el cerebro, o alguna cosa de esas interesantes…. redios… tengo que cogerme vacaciones……

  4. Yo andando descalza parezco un pato mareao, así que subiendo escombros estaría como para un documental del National Geografic. No estoy hecha pa eso, si he estado en Estocolmo pateando la ciudad cuatro días y tengo agujetas hasta en las pestañas, si subo esa montaña, me tienen que ingresar en un Hospital, seguro.

  5. Por cierto, se me ha escapado ese vídeo, por dónde anda, para poder verlo, que se me ha perdido.

  6. Yo miraría el resumen semanal … algo que por otra parte es obligatorio para cualquiera que se desconecte un tiempo.