Fantastic Four – Los cuatro fantásticos


Me he dejado ir y llevo un tiempo sin hablar de cine, así que va siendo hora de retomarlo. El fin de semana pasado fui a ver Fantastic Four, conocida en España como Los cuatro fantásticos, una de esas películas de superhéroes que se hacen en Hollywood tan a menudo.

He de reconocer que después de escuchar y leer bastante sobre la misma no me esperaba gran cosa y supongo que esta preparación ayudó a controlar la decepción. La película es lo de siempre, que parece que el camino para convertirse en un héroe de estos es siempre el mismo: accidente químico/bacteriológico, adquisición de nuevas e interesantes funciones, negación, adaptación y finalmente destrucción del malo malísimo que siempre aparece en estos casos. Aquí en lugar de tener un tipo tenemos a cuatro, tres tíos y una tía.

Dirigió la cosa un tal Tim Story, un tipo del que nunca antes había oído hablar. Como para darle algo de lustro me encontré con el nombre de Mark Frost en el guión. Imagino que el pobre está en la indigencia y que prefirió regalar su nombre para esto antes que terminar comiendo culos en cualquier baño de parque público. Si realmente metió la mano, entonces que se la corten porque no merece cagar su nombre con cosas como esta. Los protagonistas son medianamente desconocidos, salvo Jessica Alba y Chris Evans. De la primera diré que es guapísima como pudimos ver en Sin City. Como actriz no da para mucho, pero tampoco le hace falta. Sólo tiene que sonreir para que se nos olvide todo. El Chris Evans interpreta al único de los afectados que se toma sus nuevos poderes con cachondeo y que procura aportar algo de sensatez y diversión. Todas sus escenas son un gustazo por esa razón, que tampoco uno paga la entrada para enterarse de todos los traumas de una banda de desquiciados. Los otros dos superhéroes son Michael Chiklis haciendo del hombre feo y Ioan Gruffudd que es el Señor Fantástico, un capullo con suerte y con una falta de músculos en el rostro que me hace dudar de si realmente actuó o pusieron un cromo.

Hay un malo pero no es de esos que se puedan recordar. Les falta dinámica, movida y escenas entretenidas. Les sobran diálogos absurdos tratando de justificarlo todo, les sobran escenas medio románticas de puta pena y les sobran minutos. Esta pudo haber sido una película genial y se ha quedado en algo pasable y que se puede ver, pero sin grandes momentos que recordar.

Así que si hace calor y te apetece evadirte y disfrutar del aire acondicionado de una sala de cine con tus palomitas, tu cerveza y tus amigotes, no lo pienses más y vete a verla. Si encima te dejas el cerebro en casa seguro que te lo pasas mejor.
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2 respuestas a “Fantastic Four – Los cuatro fantásticos”

  1. Cada vez que la recuerdo me parece peor. Y no puedo dormir del miedo de pensar que tiene toda la pinta de que va a haber una secuela. Temblad.

  2. Eso te pasa por llevarte el cerebro al cine. Ya lo avisé al final.
    Seguro que hay secuela. Me asusta más pensar que volverán a hacer una de Spiderman y que éste seguirá corriéndose por las muñecas y seguirá sin follarse a la tía que bebe los vientos por él, que la pobre estaba más quemada que las bragas de Malena y él venga a ignorarla, con tanto trauma de julandrón apajarado.