Fin de semana con bodorrio


Ayer estuve en el bodorrio del año, la celebración de la boda de mi amiga la peruana, pero no creo que hable de ello. Lo que más me sorprendió es que pidieron permiso al ayuntamiento para montar una carpa y celebrarlo frente a la casa y lo consiguieron.

La sorpresa del evento fue que habían contratado un servicio de catering para cocinar una paella valenciana. La empresa es de un par de chavales españoles y se llama paellavalenciana.nl. Ya sé que no hay paella mejor que la de nuestras madres y que siempre criticamos las de los demás pero para mí, aquí arriba, en Holanda, ha sido la mejor paella que he comido. Es algo original para una fiesta y bien sabroso.

Las costumbres de bodas holandesas son bastante distintas a las españolas y siempre nos chocan un poco. Por ejemplo en lo referente a los regalos de boda, solo se regala si se acude a la boda (o más bien a la celebración de la boda ya que la ceremonia es solo para la familia). El regalo no es de una lista de boda sino que se estila un sobre con dinero. Se da nada más llegar. Es algo como muy violento pero te acabas acostumbrando. Entras, das los tres besos de rigor y entregas el sobre. Muy como de la mafia. En algunas bodas he visto gente que lo trata de entregar sin nombre ni identificación ninguna para que no se sepa lo miserables que son. También he visto a un novio con bolígrafo en mano poniendo en el sobre el nombre de quien se lo entregaba. Algunos se quedaban blancos cuando asumían que los iban a descubrir. La cantidad que se entrega depende de lo fuertes que sean los vínculos. Puedes dar veinte euros si no eres más que un conocido y mucho más si eres un buen amigo. En algunas bodas he visto hasta tres invitaciones diferentes. Una en la que se invitaba a la ceremonia en la iglesia (algo raro porque casi todo el mundo se casa por lo civil), otra en la que además de la ceremonia se tenía derecho a ir al coctail para brindar con los novios (evento que duraba hora y media) y la tercera incluía también el banquete y la fiesta posterior. Como veis todo un mundo de distancia con España. En la boda de mi amigo el Rubio lo que hicieron fue alquilar un chiringuito de playa y montaron una fiesta allí durante 9 horas. La gente se quedó a dormir en un camping que había cerca. Aquí no se estila dar puros ni chorradas similares. Tampoco he visto que la gente se mezcle mucho, al menos no hasta que todo el mundo está borracho y caen las barreras que todos tienen.

Una de las cosas más impactantes en las bodas es la ropa que se ponen algunos. La verdad que no sé de donde sacan esas camisas con chorreras a lo Prince pero me asusta pensar que yo puedo acabar vistiendo así en unos años. Algunas chicas también tienen un concepto del traje para este tipo de eventos bastante peculiar. Al final parecen pelanduscas haciendo la calle. Lo que casi no se ve son pamelas. En la última boda a la que acudí en España las cabezas de las hembras estaban casi todas cubiertas con unas pamelas horrendas y todas parecían estar tan orgullosas de ellas.

Por lo demás, son fiestas de comer y beber y al final hacer el payaso entre desconocidos y con esos entrañables abuelitos que se dejan los dientes en los vasos.


4 respuestas a “Fin de semana con bodorrio”

  1. Pues yo me caso en España na mas que por las «facilidades de catering» 😉 Gambas, jamon 5J’s y demas son mas faciles en Espaelva 😛

  2. No te olvides de los rumanos en la puerta de la Iglesia, el trapero tratando de cobrar a la gente por aparcar en lugares públicos, el carterista y a todos los demás. Eso también es España.

  3. Coño pa un dia de boda se aguanta 😛

    Cuando le digo a algun holandes, de los que sera invitado a la boda, que me caso, siempre preguntan: «Sera en España, no?»