Fin de semana y tal y tal


Ya lo he dicho en un montón de ocasiones. Con el Rubio tengo un bromance desde que nos conocimos y con los años no ha aflojado y se ha complicado bastante porque ahora tanto la Primera Esposa como las Unidades Pequeñas reclaman que yo aparezca por la casa con frecuencia y siempre están maquinando cosas para que suceda. La semana pasada la Primera Esposa le compró dos kilos de mejillones al Rubio para cenar al día siguiente. Como ni a ella ni a los niños les gustan, el mensaje subliminal estaba claro: invita a tu más-mejor-amigo, el Elegido o como me queráis llamar. Mis dispositivos mágicos y maravillosos me llaman MASTER, una manera respetuosa de referirse al autor de la mejor bitácora sin premios en castellano. Lo dicho que el Rubio contacta conmigo y me invita a ir a cenar a su casa el viernes tras salir del trabajo. El jueves fui al cine y al llegar a mi casa preparé un Brownie por aquello de no ir con las manos vacías. En principio quería regresar a mi casa después de la cena pero como nunca se sabe, eché una muda de ropa en la mochila.

El viernes tras el trabajo me fui directo a Woerden y allí me recogió el Rubio. Al llegar a su casa el jolgorio habitual al verme y me dediqué a jugar con los chiquillos mientras preparaban las cenas, la nuestra y la del resto. De alguna manera nos liamos y sobre las diez de la noche ya estaba decidido que me quedaba a dormir, aunque las Unidades Pequeñas no fueron informadas ya que estaban durmiendo. Tomamos barraquitos, algo que probablemente nos convierte en las únicas personas en Holanda tomando ese café tan delicioso y continuamos con las habituales cervezas, mayormente Palm aunque también cayó alguna Leffe Tripel. Pasadas las once y media se retiraba la Primera Esposa y nosotros continuamos hasta casi las tres de la mañana, discutiendo los grandes temas que nos han hecho amigos. En algún momento hicimos algo que ahora está de moda y que nosotros ya hacíamos en el 2001. Para contarlo me tengo que remontar un poco más atrás, al año 1999, cuando comencé un pequeño o gran proyecto. Todos los días durante un año me hice una fotografía o eso que ahora los progres llaman selfi. Fue antes y después de emigrar a los Países Bajos y por descontado, con cámara de rollo de película, de las de antes, con lo que me dejé una pasta revelando los carretes. Después de eso, cuando conocí al Rubio y descubrimos que éramos miembros del club de los alcohólicos conocidos, comenzamos a hacernos fotos en las denominadas SESSIONS, sesiones que se caracterizan porque uno de los dos hace posada en la casa del contrario o un tercer lugar neutral. En el 2002 dimos el salto digital y desde ese momento acumulé selfi tras selfi con mi amigo el Rubio, siempre pasados o pasadísimos. Su mujer se vino a enterar un montón de años más tarde cuando estábamos viendo el álbum en mi flickr y nos descojonábamos con las caras de almas estropeadísimas y flipó con la colección que tenemos. Por supuesto, al quedarme a dormir el viernes la cena se convirtió en una SESSION y tuvo su correspondiente selfi, o más bien cuatro o cinco porque salieron mal. He elegido la peor, la he estropeado aún más y aquí queda:

El Rubio y el Elegido

El Rubio y el Elegido, originally uploaded by sulaco_rm.

Por la mañana a las siete y media comienzan las Unidades Pequeñas a tocar güevos y a las ocho el Rubio me traiciona y les dice que yo estoy en mi dormitorio, en la planta baja. Se escucha un estruendo tremendo y yo me tapo totalmente con el edredón para que parezca que la cama está hecha pero no conseguí engañarlos y las Unidades 2 y 3 se vinieron a mi cama, supuestamente a dormir, aunque con tanto meneo, treinta segundos más tarde yo ya estaba de camino a la cocina a preparar el desayuno, una clásica torre de pannenkoeken:

Torre de panqueques

Torre de panqueques, originally uploaded by sulaco_rm.

A las nueve nos sentábamos a desayunar y un rato más tarde yo ya estaba preparándome para marcharme ya que quería aprovechar la mañana. Estuve liadísimo todo el día, entre otras cosas porque la primavera decidió dejar paso al verano, al menos durante cuarenta y ocho horas. El domingo por la mañana me levantaba con ganas de un desayuno culpable, uno de esos que sabes que son como bombas pero que los disfrutas igual:

Después del atracón me fui a Amsterdam a pasar el día veraniego. Por la ciudad podías distinguir claramente entre turistas y residentes. Los primeros iban con chaquetas de invierno, guantes, gorros y bufandas y nosotros en camiseta. Por la tarde estuvimos a punto de rozar los veinte grados, algo que hasta en los meses de julio y agosto a veces le cuesta al termómetro:

Domingo de verano en Amsterdam

Domingo de verano en Amsterdam, originally uploaded by sulaco_rm.

Este veranillo ya ha pasado y la temperatura ha bajado de nuevo a los habituales diez grados, aunque sus efectos se han notado, no solo la gente está más contenta, he visto los primeros avistamientos y los tulipanes prácticamente han doblado el tamaño y cada vez están más cerca de la floración.


12 respuestas a “Fin de semana y tal y tal”

  1. ¿Avistamientos?
    ¿Quieres decir que ya has visto potorros en bici ?
    Cuando será el día que los puedas fotografiar… 🙂
    Si te equipas para ello, aunque dificilillo seria posible ¿No?… 🙂
    Salud

  2. Genín, tendría que tener una cámara que sepa donde enfocar y cargarla todo el día encima. Aún nos falta unos años para esa tecnología.

  3. Píllate una GoPro de esas o como se llamen y llévala conectada como los ciclistas, todo el día, alguna imagen pillarás…. ahora, te advierto que como la pongas en la bitácora te puedes cargar a Genín de la emoción….

  4. Tu eres un tío listo, se podría enfocar la cámara a la altura del sillín de la de enfrente a una distancia adecuada, con bastante tolerancia y enfoque automático, si empiezas a filmar de lejos, seguro que lo pillas 🙂
    Confesión: No entiendo ni jota del tema 🙂
    Salud

  5. Genín, no iba en bicicleta en ninguna de las dos ocasiones en que vi coños el fin de semana. Una cámara no enfoca en el sitio adecuado y las deportivas son una caca. Tendrás que largar a todas tus amimgas y buscarte nuevas. Si el 10 por ciento de las hembras va a pelo y no conoces ninguna, estás en el grupo del 90 por ciento y lo mejor es soltar lastre ….

  6. jajaja Pensé que te cruzabas en bici cuando se producía el avistamiento.
    La verdad es que mis avistamientos nunca han sido en público… 🙂
    Salud

  7. sulaco, que te había dicho? solo con mentarlo ya le han subido las pulsaciones, imagínate si cuelgas un video!

  8. Preguntilla, en qué idioma hablas con el Rubio y su familia, porque ahora hablas holandés, pero cuando lo conociste me imagino que no lo hablarías, no?. Supongo que en inglés, que eso es Europa y allí lo hablará todo el mundo.

  9. Cuando vas a dormir a casa del Rubio, no duermes, te haces una siestecilla larga ¿no?… Porque parece (si no recuerdo mal) que nunca duermes más de 4 horas. Yo, con esa cantidad de sueño, me levantaría de tan mala hostia…que las unidades pequeñas (y las grandes) llorarían en cuanto me vieran.