Otro fin de semana en Málaga


Después de regresar de las Filipinas y un día que hacía mi rutinario chequeo de los diferentes lugares a los que voy con cierta frecuencia por avión, descubrí una anomalía en los sistemas que provacaba que el fin de semana pasado hubieran billetes a precio de risa entre los Países Bajos y Málaga. Le pedí permiso a mi amigo Sergio y cuando lo confirmó, reservé mis billetes para extra-ordinariamente, acudir a Málaga por segunda vez en este 2016, ya que todos sabemos que estuve por allí a finales de enero. Tengo un superávit de días libres y me tomé el viernes, volando a Málaga el jueves desde Amsterdam y regresando por Eindhoven, con compañías distintas. Ya se que la mayoría está obsesionada con conseguir los billetes en el mismo trayecto con la misma aerolínea pero así es imposible pagar menos de cien leuros por una ida y vuelta. Había dos compañías con billetes baratos para la ida, básicamente al mismo precio (más-menos un leuro) con lo que la decisión fue en base a los horarios y ganó Vueling y el regreso lo pillé prácticamente regalado con Transavia por el aeropuerto de Eindhoven. El jueves, comencé trabajando desde casa para darme un homenaje en el desayuno y fui a la oficina sobre las diez y media de la mañana (para aquellos que son del club el-Elegido-se-toca-los-güevos, comencé a trabajar a las seis y veintiún minutos). Hice el resto de mi jornada laboral y a las cuatro me piré para pillar el tren al aeropuerto de Schiphol. Pasé el control de inseguridad, busqué la puerta de embarque y me senté por allí a ver vídeos de mis series favoritas y esperar.

Vueling en Schiphol

El avión llegó en hora, algo novedoso ya que no recuerdo un vuelo con Vueling sin al menos una hora de retraso. Iba sentado en la punta de atrás así que fui de los primeros que pasé y como se puede ver en la foto anterior, estábamos en una zona del aeropuerto en la que predominan los aviones de esa compañía.

Despegando en Schiphol con Vueling

Continuando con la tradición, en el vídeo anterior tenemos el despegue, partido en tres trozos de vídeo unidos por la magia y con velocidades mayores que las de la vida misma para que no se alarguen hasta el infinito. Comienza pasando junto a un montón de aviones, entre los que destacan los Fokker de KLM, aviones que ya deben estar cerca de su jubilación, continúa con el despegue de un avión británico por delante de nosotros y acaba con nuestro despegue y en el que se puede ver que detrás estaban los turcos. Una vez en el aire, ni rastro de los campos de tulipanes que algunos creen que existen las veinticuatro horas del día los catorce meses del año. El vuelo transcurrió sin problemas y llegamos sobre las diez y media de la noche a Málaga.

No voy a hablar de los eventos terribles que tuvieron lugar allí durante mi visita, aunque sí que diré que el viernes lo pasamos tirados en la playa en Fuengirola, como demuestra el documento espeluznante que viene a continuación:

Playa de Fuengirola

Tampoco quiero decir nada de lo mal que comí en esos días, como los desagradables espetos de sardina con los que nos encochinamos en el restaurante Salvador «El lotero»:

Espetos de sardina en Fuengirola

No merece la decir lo mal que lo pasé con la comida ya que las fotos lo dejan ver claramente:

Calamar a la parrilla

Como dice mi amigo el Rubio, que asco comer insectos de mar. También hay que tener un estómago muy duro para el pescao empanao:

Pescaíto empanao

El nivel de crueldad de mis amigos no tiene límite y por eso, lloré lágrimas de sangre cuando me forzaron a comer esas cosas que no sé ni lo que parecen:

Almejitas

El tiempo la verdad que no ayudaba nada de nada. Donde estén mis tres baldes de agua al día, mis cielos grises y mis quince grados de temperatura, eso sí que es un verano y no algo tan terrible y sufrido como esto:

El tiempo pa'llá'bajo

No quiero ni puedo decir más nada así que el domingo volaba de vuelta y como de lo que se trata es de innovar, hoy tenemos algo asombroso a la par que maravilloso y que solo es posible en el mejor blog sin premios en castellano, casualmente llamado Distorsiones y que mira tú por donde, estás leyendo ahoritita mismo.

Desde Málaga a Eindhoven con Transavia

El vídeo anterior cubre todo el viaje de vuelta en sus momentos más importantes. El piloto nos dijo que íbamos super-hiper-mega jodidos porque había unos vientos estremecedores en contra y tardaríamos un güevo y parte del otro. En la primera parte del vídeo vemos el despegue desde el aeropuerto de Málaga y la ciudad cuando nos echamos a volar. En la segunda parte del vídeo pasamos por delante de Málaga por el mar y en el tercer y estremecedor segmento, aterrizamos en Eindhoven y de nuevo, los campos de tulipanes están rescondidos, lo cual no evitará que tres o cuatro pollabobas me dejen comentarios que borraré preguntando por los mismos.

Madrid desde el aire

Durante el vuelo, pasamos justo al lado de Mandril e hice la foto anterior en la que aquellos más duchos verán el aeropuerto ese con la patética y horrorosa terminal 4, la que está catalogada como una de las peores del universo conocido y por conocer. A la foto le he dado los colores esos tan extraños porque me salió de los mondongos y para que se vea mejor el aeropuerto.

Cuando llegué a Eindhoven, fui al centro de la ciudad en guagua y allí aproveché para ir al cine a ver una peli antes de regresar en tren a Utrecht, ir en bici a mi casa y después sacrificarme nuevamente y hacer mi ración de entrenamiento obligado por mi más-mejor-amigo. Y así, como quien no quiere la cosa, pasé el fin de semana.

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3 respuestas a “Otro fin de semana en Málaga”

  1. Oye, me he dado cuenta de que no se ven los campos de tulipanes…jajajaja eso diria un truscolán pollaboba, pero te advierto que en mi supino despiste te lo puedo preguntar cualquier dia… 🙂
    Jo tio, que pinta tienen esos bichos de mar, comprendo tu sacrificio… 🙁
    Salud

  2. Me gustan tus escapadas de fin de semana…. «que hago? mmmmm… me voy a Málaga»
    Mola.