Funny People – Hazme reír


La línea que separa la comedia del drama es en muchas ocasiones bastante fina. Cuando nos reímos de un gordo, aquello que para nosotros es tan divertido para esa persona puede ser algo terrible. El cine suele decantarse por uno de los dos lados de la balanza y hay muy pocas películas que se atrevan a alternar bandos y pasar de la comedia al drama y volver a la comedia según el momento. Esto es lo que hacen en Funny People, película que en España se ha estrenado con el título de Hazme reír

La vida se ríe de un julay famosete y le gasta una broma bien cruel que le hace darse cuenta de lo solo que está

Un cómico famosísimo recibe la noticia de que tiene una extraña leucemia y que probablemente lo va a matar. El hombre recibe el palo sin tener a su alrededor a nadie que lo apoye ya que sus amistades son falsas e interesadas. Después de una patética noche en el lugar en el que se comenzó a hacer popular contrata a un joven cómico para que lo ayude y haga de secretario personal. La vida de este joven que busca triunfar como humorista es también una puta mierda y de alguna forma ambos congenian y pese a que su relación es un tanto extraña, se llevan bien.

Mucha gente ve el título de la película y se espera el comedión del año. Y así se llevan el disgusto que se llevan. La vida es dura y muchas veces cruel y da igual lo rico y famoso que puedas ser, cuando se le antoja arrearte un palo, te lo suelta sin piedad. Saltamos de la tragedia a la comedia con facilidad, vemos actuaciones de los cómicos que protagonizan la película con algunos golpes brutales y unos momentos más tarde estamos a punto de caer en la mayor de las depresiones por lo negras que se le van poniendo las cosas al hombre. Con casi dos horas y media hay un montón de tiempo para recordarnos lo aleatoria que es nuestra vida y lo mucho que puede cambiar en cualquier momento con una mala noticia. La película parece estar dividida en tres segmentos diferenciados y salvo el tercero, que quizás fue demasiado blandengue, los otros dos son excelentes, con una soberbia actuación de Adam Sandler y de Seth Rogen, que nos recuerdan que tras un buen actor de comedia hay siempre uno capaz de bordar registros dramáticos. Es una historia bastante compleja y que llama la atención porque ni viene con toda la trama masticada y digerida como suele ser lo habitual en el cine americano ni se permiten grandes concesiones con los espectadores. A muchos les puede llamar la atención el lenguaje soez y vulgar que campa por muchos de los diálogos ya que supongo que ellos no hablan así pero en mi caso, los diálogos me parecieron de un realismo alucinante.

Una excelente opción para pasar una buena tarde de cine, aunque procura explicar a los colegas o a la parienta que no van a ver una película de chorradas o se terminarán rebotando contigo.

08/10