Gorrión rojo – Red Sparrow


Hay películas que la única forma de catalogarlas, es como pallufos. Se gastan un dineral, te dañan las retinas de los ojos a base de repetir el trailer cientos de veces y para cuando se estrena, llegas a la conclusión que perdiste un montón de tiempo, no solo el de la película en si misma, sino el de los trailers. La de hoy es un buen ejemplo de este grupo, ya que creo que desde que vi el trailer por primera vez, ya me disgustaba y a partir de ahí, se convirtió en algo tan frecuente que me obligó a centrarme en mis ejercicios con el duolingo en el cine esperando el inicio. La vi hace la tira de tiempo y si soy deshonesto tengo que confirmar que ya ni me acuerdo pero bueno, hoy hablamos de Red Sparrow que en España estuvo en cartelera al principio de marzo con el título de Gorrión rojo.

Una julay usa el coño pa’matá sin ilusión ni fantasía ni pelos en el susodicho

Una bailarina rusa pasa la reconversión industrial y la hacen una espía de élite especializada en seducir con el potorro y después como que matar y hacer cosas malísimas. No se ni como acaba metida en una trama rarísima tratando de encontrar a un topo entre los rusos con los gringos de por medio o algo así y ella encoñándose de un gringo o quizás no, antes de que le den candela de la peor. A todas estas, la madre que la parió gracias a estas movidas consigue seguro médico, que al parecer entre los comunistas lo que hacen con las personas enfermas es dejarlas morir, más o menos como en Venezuela con los chavistas-de-mierda.

Se trata de una historia de casi dos horas y media a la que le sobran fácilmente dos horas. Esto es un épico masque en el que complican la trama una y otra vez, dan vueltas y revueltas y el malo es bueno y el bueno es malo y el malísimo es peor hasta que lo santifican y cuando todo lo demás falla, la Jennifer Lawrence enseña chicha y con eso lo pretenden arreglar. El guión es un desaguisado de pé a pá y esta pobre se pensó que estaba haciendo la cuarta o la quinta de los juegos del hambre y da los mismos gritos, los mismos gemidos y hasta pone las mismas caras, además de un acento horrendo en la versión original que molesta tanto que te dan ganas de arrearle un moquetazo y no dejarle un diente en la boca. La película falla en el guión, falla en la interpretación y falla en la dirección. Es la sublimación del aburrimiento y siempre estás dos pasos por delante del guión y ves venir desde muy lejos el siguiente giro argumental, con lo que para cuando llega ya tú lo tienes más que asumido. Jeremy Irons estaba como con la cara inflada a base de bien con botox o quizás era un clón como los del julay ese que inventó el CaraCuloLibro porque actúa como si no fuera una persona sino más bien como si fuera un robot pretendiendo que es una persona. El final me la trajo al fresco hasta niveles épicos y legendarios y puedo confirmar y confirmo que entre la primera y la segunda hora me eché una siesta y la pava apareció en Inglaterra pero no tengo ni puta idea de como llegó allí porque me pilló dormido.

Este masque puede provocar daños cerebrales severos tanto a los miembros del Clan de los Orcos como a los sub-intelectuales con GafaPasta. Yo no la vería ni para provocar la siesta un domingo después de jincarme dos platos de fabada.


2 respuestas a “Gorrión rojo – Red Sparrow”

  1. Madre o algo así se llamaba el último pallufo que sacó esta tía justo antes de este, menos mal que dice que se retira un tiempo, o iba a acabar por cargarse su carrera.