Cuando me enteré por primera vez que iban a llevar al cine el libro en el que se basa esta película tuve que leer la noticia dos veces más porque no me lo podía creer. Inmediatamente pensé que se trataría de un falso documental pero no, parecían empeñados en tener una historia con un único protagonista. Pensé que quizás era que mi cabezón desvaría un poco y opté por escuchar por segunda vez el Audiolibro para cerciorarme y ahí fue cuando supe que esto iba a ser una masacre del libro, ya que no hay manera de hacer de un diario que relata pequeñas historias de protagonistas que no tienen nada en común sus episodios totalmente aislados durante la Guerra Mundial Z y convertir esto en una historia lineal. En gran parte tenía razón pero pese a ello fui a ver World War Z, película que ya se estrenó en todo el universo salvo en España, país al que llegará al principio de agosto con el título de Guerra mundial Z.

Un julay más chulo que un chulapo pasea su melena metrosexual por barriadas de chusma y gentuza de la mala

En lugar de empezar contando la trama voy a empezar contando lo que se dejaron atrás del libro. Las grandes guerras que marcan la Guerra Mundial Z en el libro no existen aquí, no hay guerra nuclear entre Pakistán e Irán, no hay guerra civil China, no existe la batalla de los Yonkers ni muchas otras cosas. Lo que tenemos es el relato de como un ex-investigador de las Naciones Unidas es llamado a trabajar de nuevo para el gobierno americano y ha de encontrar la causa de la enfermedad, saltando de lugar del mundo a lugar del mundo y viendo como esas ciudades y países van cayendo a la invasión zombie. Eso mientras la pava a la que empala abusa de los privilegios y se queda refrescándose el chichi en un barco en el medio del océano con sus niños y un chaval latino que pillaron por el camino y que seguramente la Jolie lo adoptará para que le arregle el jardín y la piscina y chulear con sus amistades por tener un Fernando en la familia.

Esta es una gran oportunidad desaprovechada. En la historia original, leemos (o escuchamos) a través de los testimonios de los supervivientes como las sociedades en todo el mundo se fueron desmoronando y como aún así, hubo esperanza y unos decidieron ayudar a otros, aunque en otros casos salió a la luz lo peor de los seres humanos y se portaron como perros con rabia con sus congéneres. Aquí solo tenemos a Brad Pitt con melena de metrosexual y una cara de acarajotado gilipollas que no veas salvando el mundo y el universo en una sucesión de escenas de acción increíbles y en las que en ocasiones hay que hacer la ola en el cine de puro asombro, como cuando sufre un accidente de avión y resulta que de cienes y cienes de personas que volaban en el cacharro, solo sobreviven él y una pava que rescató en Israel y salen de allí caminando y poco menos que como si todos los días en los accidentes en los que aviones se estampan con el suelo, no se te muelen ni los músculos. En Israel tiene otra gloriosa escena estúpida y absurda que solo sirve para mostrar miles y miles de zombies corriendo y matando gente y todo por culpa de los terroristas musulmanes de mierda, que como siempre, están en el núcleo de todos los males del mundo y del universo. La película no es más que un pasable ejercicio de acción que no te dejará ningún recuerdo y que olvidarás inmediatamente. Dicho esto y para que no suene tan negativo, si no has leído el libro seguro que hasta te parece una entretenida historia de verano, insubstancial y vulgar. El 3D que le añadieron es una cagada y no aporta absolutamente nada, así que si podéis evitarlo y verla en 2D, ahorraréis pasta y disfrutaréis lo mismo.

Es el cine perfecto para convocar el Clan de los Orcos, incluyendo a las hembras, que se dejarán la pintura de las uñas restregándose los piporros cuando vean al melenas. Cine de palomitas y explosiones sin historia que lo sostenga. Para los demás, una que podéis esperar a que la den por la tele.