Después de que la Disney compró la empresa de George Lucas, a todos nos quedó claro que iban a ordeñar la vaca hasta que produzca leche merengada y en los años que han pasado lo hemos podido ver, con películas básicamente cada año y saltando en la cronología de ese universo para adelante y para atrás, algo que los ejecutivos igual creen que no nos importa pero sí que nos afecta porque somos seres mayormente lineales. En este meneo a alguien se le ocurrió la idea de hacer una película sobre los orígenes del personaje más popular y carismático de todas las sagas de las Galaxias, el único, el increíble y siempre épico, Han Solo y así ha llegado a los cines Solo: A Star Wars Story, película que se ha estrenado en todo el universo conocido al mismo tiempo y que en España lo hizo con el título de Han Solo: Una historia de Star Wars.

Un julay escapa de Vecindario, capital de Mordor y quiere volver a por su loba herida

Un quinqui de barriada periférica comete crímenes con su novia chichona y cuando consiguen algo de guita intentan escapar del planeta en el que están, solo que algo sale mal y él lo consigue pero ella no y él acaba alistado en los marines del Emporio del Reverso Zarrapastroso. Cuando tiene la oportunidad, se hace desertor y se va con un delincuente a otro lado y con él se lleva un mono enorme y a partir de ahí, todo es chimpún entre ellos.

La respuesta es no a la pregunta de si hacía falta esta película. No, NO y NOOOOOOOOO. Ni la pedimos ni han conseguido hacer algo que valga la pena. El principal problema es que cogieron el personaje más carismático de toda las películas en este universo y le dieron el puesto a un chamo que igual es buen actor, pero que no tiene carisma. Nadie, ni jarto de colonia barata, se puede creer que este tipo unos años más tarde será Han Solo. Es sencillamente estúpido creer en eso. A partir de ahí, todo lo demás sobra y ni siquiera tenían un buen guión. No nos queda claro de qué va la cosa ya que comienza con el chamo queriendo volver al planeta a rescatar a su novia y de repente es otra cosa. No hay química alguna entre él y su piva y el único personaje interesante es el julandrón de Lando Calrissian, es el único que da gusto ver y que da pena que no le dieran a él mil millones más de minutos. La película aburre en muchos momentos y las peleas y eso no excitan nada de nada. Hay varias cosas que se comentan en la primera y en la segunda películas, sí, las viejunas y que aquí como que las vemos pero sin ilusión ni fantasía. Ni siquiera la banda sonora es interesante. Al final, esto es más bien una especie de telefilm de la Disney, una película para su canal televisivo que nos podíamos haber ahorrado totalmente.

Mucho me temo que hasta los miembros del Clan de los Orcos se la pueden ahorrar y no digamos de los sub-intelectuales con GafaPasta. Esto es para ver por la tele.