Het Bombardement


La fascinación que hay en los directores de cine españoles por hacer películas folclóricas de la Guerra Civil la tienen en Holanda con la Segunda Guerra Mundial y las movidas con los nazis. Siendo Holanda un país tan pequeño, su relación con el gran vecino del este es de amor y odio. Por aquí son muchos (si no todos) los que entienden un poco el alemán pero al mismo tiempo si alguien les habla en esa lengua es probable que se nieguen a responder y hasta se olviden del inglés. Cuando algún director de cine busca hacer cine prestigioso y que lo tomen en serio, se arrastra a los lodos de la guerra y por supuesto tenemos alguna situación relacionada con la ocupación del país por los vecinos, una que también hay que decir que fue más bien por la pasividad de los cabeza de queso que prácticamente no movieron una pestaña en contra de los nazis. La última de estas películas que ha llegado a los cines se llama Het Bombardement lo cual se podría traducir como El bombardeo y podéis estar tranquilos porque jamás de los jamases saldrá de las fronteras del Benelux.

Un julay se encoña de una chama que chupa-polla por dinero pero no la vayáis a llamar puta que se emputa

Un pobre desgraciado trabaja en un hotel en Rotterdam con su hermano y allí conoce a una chica de la que se enamora perdidamente y que viene de una familia que se ha empobrecido y que para solucionar el problema quiere casar a la piba con un ricachón holandés viudo que a cambio se pulirá a la piba. Por supuesto que la cosa irá de mal en peor y entre medias los alemanes están a punto de bombardear la ciudad de Rotterdam por aquello de darles una lección a los neerlandeses.

Bueno, bueno, bueno. Si el guionista de la película Titanic ve ésto le tienen que reanimar cuando le de el jamacuyo por la copiada tan descarada que hicieron. Han repetido la película de James Cameron solo que en vez de un barco tenemos una ciudad pero por lo demás, todos los personajes están ahí. El chico pobre pero resuelto, la chica guapa y que obligan a casar con un hombre al que no quiere para proporcionar seguridad a su familia, el hombre malo que quiere el prestigio de la chica (en este caso que tiene pasaporte alemán y le dará seguridad tras la ocupación) y en lugar del naufragio tenemos un bombardeo.

Al parecer el protagonista, un tal Jan Smit es una estrella de la tele local y las tías lubrican solo con verlo. Podéis buscar en la red fotos del colega y decidir por vosotros mismos pero a mí lo que sí que me pareció es que el hijoputa no sabe actuar, es el anticristo de los actores. El cabrón consigue cagar todas y cada una de sus escenas y cuando lee los diálogos los vuelve más falsos que el mismísimo Judas tocándote en la puerta para colocarte una enciclopedia sobre la lealtad. Como es una peli holandesa y buscaban que las mujeres que hay en la sala usaran esos dos dedos que todos sabemos para metérselos en cierta parte, en un momento determinado y sin que en realidad venga a cuento se quita la ropa, enseña el culo y en la sala parecía que había una burra pariendo por los gemidos tan fuertes. Junto a él pusieron a una tal Roos van Erkel que fue a la misma escuela de actores que el colega y que logró competir con él para ganar el premio al peor actor/actriz. Si hubiera en Holanda el equivalente a los Razzies, estos dos los ganan con holgada diferencia. La película resulta entretenida en el sentido en que es como volver a ver Titanic pero en una versión hora y media más corta y sin el lujo de los efectos especiales. Hay una voz en off que resulta particularmente molesta porque lo hace parecer una especie de documental y ahora que lo pienso, si no es por el momento gratuito en el que la chama también se quita la ropa y enseña los tetones, no le daría ni un punto. En fin, que el universo está a salvo de este producto infame gracias a que no la doblarán ni al chiquistaní y no llegará a ningún lugar en el que no se hable holandés.

Si eres un miembro del Clan de los Orcos y vas a ver esto, te echan del clan pero seguro. Si eres un intelectual con GafaPasta y la vas a ver, te rompen las gafas allí mismo. Olvídala, es lo mejor que podemos hacer por ella.

02/10

7 respuestas a “Het Bombardement”

  1. ¡Anda!…Ese es un tema que me interesa desde hace tiempo. Me refiero a lo que piensan los holandeses del resto del mundo; y no a las guerras (que ya las tengo atragantadas, en historia, en literatura, en el cine, y en la vida real).
    Me gustaría saber la verdad sobre las simpatías y antipatías de ese pueblo (que me tiene enamorada). ¿Qué sienten por sus vecinos?… ¿Qué sienten por los españoles?… ¿Qué sienten por los americanos, del norte y del sur?… ¿Qué sienten por el mundo entero?…
    En realidad me gustaría saber qué sienten todos por todos; pero, por ahora, me conformo con que alguien (con conocimiento de causa) me haga una pequeña introducción del amor y desamor de los holandeses.

  2. Sienten odio y desprecio, como todos los pueblos. También envidia cochina. Por los moros prevalece el sentimiento que los buenos son los muertos y si aún respiran, quizás habría que rematarlos. Por los españoles, mayormente desprecio y envidia por el clima del país, como con los italianos, griegos o similares. No hay ninguna diferencia entre Jordi P. considerando a un andaluz como un cacho de mierda con ojos y un holandés haciendo lo propio con un catalán. Por suerte, el desprecio es universal y no entiende de fronteras.

  3. ¡Anda!…Y yo que creía que los españoles les gustábamos; siempre me he sentido muy aceptada (me refiero a las veces que he estado en Ámsterdam). Cuando se enteraban de que era española, me trataban muy, pero que muy bien (y hasta parecían menos fríos). En fin, a lo mejor también son muy hipócritas… Aún así, sigo deseando disfrutar mucho de ese país.

  4. NO es nada personal. En Europa los pueblos se han odiado durante dos mil años sin más problemas. En otros lugares es igual y si no mira a los hijosdeputa cabezudos coreanos de mierda y el cariño infinito que se tienen los del norte de los del sur. Judíos y Palestinos, Yugoslavos, Africanos, hay mil ejemplos sobre el tema.

  5. Sí, lo sé… Pero me gusta pensar que poco a poco va cambiando el mundo. Y hasta puede que tenga razón…y algún día, no muy lejano, los odios desaparezcan (al menos, de esa manera tan obstinada).

  6. Siempre queda el consuelo de que en el pasado los tuvimos bien jodidos y eso no se olvida…jajaja
    Ajo y agua…jajaja
    Salud