Home: hogar dulce hogar – Home


En estos días de actividad cinematográfica frenética en los que trato de completar el contenido de varias semanas, básicamente lo veo todo y si por casualidad se hubiese estrenado la decimonovena parte del Señor de los Julandrillos, pues más que probablemente la habría ido a ver. La demostración de ello está en la película de hoy, una de dibujos animados que ni los hijos de mi amigo el Rubio han mostrado interés por ir a ver tras sufrir el trailer y yo estaba en ese mismo club hasta que la necesidad apretó y por eso, el otro día fui a ver Home, película que en España se estrenó hace ya un mes como Home: hogar dulce hogar. Creo que aquí también lleva semanas en cartelera, pero como digo, la estaba ninguneando a base de bien.

Unos julays de una barriada periférica de Vecindario capital de Mordor se mudan a la Gran Ciudad y montan un pitote

Una especie de extraterrestres estúpidos a más no poder, se pasan la vida huyendo de otro que los quiere matar. En su eterna huida, acaban llegando a la Tierra y tras reubicar a los humanos en campos de concentración en Australia, ellos se quedan con el mundo. Una niña patética y su gato parecen ser los únicos que quedaron fuera de los campos y conocerán a uno de esos bichos y se juntarán con él en una aventura.

Lo primero que destaca es como sobra el TresDé. Lo pusieron por joder al público ya que no aporta nada. Lo segundo es que igual alguien no se enteró pero esto era para el cine y no para la tele. El guión es estúpido, absurdo, patético y ni siquiera es muy ameno. La película adolece de un malo malísimo que nos de miedo y en su lugar nos tenemos que conformar con las chorradas que suceden entre la niña que conduce y el extraterrestre. La animación está muy bien hecha pero eso no es suficiente, le falta corazón, le falta algo de chispa y le sobran minutos que metieron para rellenar y estirarlo. El final es épicamente absurdo. Por las carreras de los niños en la sala y las escapadas al baño, tampoco parece que lograran atraer su atención. Una de las cosas más molestas es que empotraron música a lo largo de la película de una manera escandalosamente falsa.

En fin, no me voy a entretener más con esto. No creo que divierta a los miembros del Clan de los Orcos ni a los retoños que han tenido con sus lobas adolescentes. Esto grita por todos lados telefilm, así que mejor te esperas a que la pongan por la tele e intentas que los chiquillos aguanten la hora y media mirando la pantalla.