A unas horas de comenzar mis vacaciones, mi cerebro junta los puntos sueltos de todas las cosas que tengo y debo hacer y ejecuta un extraño algoritmo que parece resultar en una maleta llena, una nevera vacía y una keli que se prepara para la ausencia de su dueño. Como todas las cosas parecen encadenadas, hoy fui por última vez a clase de italiano y al parecer hemos acabado el nivel 2 con lo que chapurreo el idioma y me puedo defender mínimamente.

Esta es otra semana de infarto. El lunes estuve en casa del Rubio, el martes quedé con unos amigos para ir a cenar al Café Olivier (y esta fue mi cena), el miércoles iba por última vez al cine y comenzaba a hacer la maleta y esta tarde visitaba a un compañero que se recupera de una operación, después visitaba a mis vecinos para darles las últimas instrucciones y finalmente me iba a clase de italiano de donde salí a las diez y pico de la noche a toda carrera para volver a casa y terminar de empaquetar.

Ya casi, casi, casi que voy a poder relajarme ?? las vacaciones están comenzando ??