En el lado de Europa en el que vivo, la Semana Santa prácticamente no existe. No hay días festivos, salvo para los trabajadores de la banca y el viernes para los profesores y lo único distinto es que los supermercados cierran un poco antes el Viernes Santo y normalmente el Domingo de Pascua están cerrados todos los comercios (salvo en Amsterdam, ciudad turística, que vive al márgen de fiestas de ningún tipo). El lunes de Pascua los niños buscan los huevos de Pascua en parques y jardines y la gente los llena con los susodichos de chocolate o pintados. De todos los años que llevo por aquí no recuerdo un día tan frío como el de este año en el que el invierno se ha agarrado al suelo y no parece cansarse. El lunes de Pascua es muy típico el ir a las grandes ferreterías que hay en el país, cadenas con tiendas enormes que básicamente comienzan la primavera con esta fiesta, recordándonos a todos que tenemos que podar, limpiar, plantar y preparar nuestros jardines para los próximos seis meses.
Con el tremendo mercadeo de huevos de chocolate que tenemos estos días y como todo el mundo sabe que a mí me gusta PURO para poder usarlo en magdalenas y otros dulces, he acabado con mi pequeña cesta de huevos y uno enorme que me compré por darme un capricho de un leuro y encochinarme a chocolate.
4 respuestas a “Huevos de Pascua”
Pues mis nietos andaban por la casa desesperados buscando los putos huevos según me contó mi hija, y es que normalmente los esconden en el jardín, pero es que no paró de diluviar…
Besos y salud
Aquí no los escondemos, los regalamos los padrinos, será porque normalmente llueve a morir en estas fechas, así que ya se darían los ancestros por vencidos, y decidieron dejar el juego de esconderlos fuera, una pena, porque tiene que ser divertido.
En mi tierra además, al menos cuando yo era pequeña, había mucha costumbre de regalar una trenza hecha de una especie de bizcocho que está de muerte, para mi mucho mejor que cualquier huevo al que además los críos no le hacen puñetero caso más que por la chorrada que llevan dentro.
En Holanda predominan los de chocolate (ya sea macizos como los pequeños de la foto o huecos como el gandulote) y los que están pintados y que dentro lo único que hay es un huevo duro.
¡Qué saturación de huevos!…