Huisvrouwen Bestaan Niet


Mi primera película holandesa del año ha sido una comedia de estas que también dicen románticas y que se diseñó y construyó pensando en servir el mercado de las hembras casi en exclusiva, aunque el día que yo la fui a ver éramos cinco machos en la sala y unos sesenta chuminos, algunos más secos que otros y definitivamente, dos de ellos se podían considerar de la categoría de jareas porque las portadoras debían rondar la misma edad que las pirámides de Babilonia. La película se llama Huisvrouwen bestaan niet y nunca jamás se estrenará en España, ni siquiera con el adorable y enternecedor título de truscoluña no es nación.

Tres julays buscan rozamientos sobre su pipa del coño o algo así

Dos hermanas tienen moviditas de todo tipo. Una es una hembra de éxito que quiere que se la endiñen y la preñen pero como que su macho chinga pero está aguado o así y como que no le cuaja. En su trabajo tiene un compañero que le pone los pezones como piedras de hielo pero vamos, que se contiene. A la otra hermana la echan de su curro de periodista barachuza y acaba como de ama de casa y escribiendo por libre con un montón de niños, un marido que parece otro niño y unas movidas tremendas y además, a esa se le ponen los pezones duros con un padre de otro niño del colegio al que directamente le tira los tejos y los tejones. Ambas son así porque su madre tenía el chocho muy ligero, ambas hijas son de padres desconocidos y ella no pierde oportunidad de coger con cualquier nabo que se le ponga a tiro y cuando se entera que está embarazada con sesenta tacos, pues alegría o cosa buena. Con estos inicios, todo lo peor está por suceder.

Para ser una comedia la película es muy floja y básicamente, todo el cachondeo se centra en dos escenas, aunque reconozco que una de ellas es épica ya que la pava que se quiere quedar preñada no consigue que su macho lefe en un bote para llevarlo a analizar y desesperada, un día le come la polla con tan mala suerte que cuando se corre dentro se dejaron el bote en el coche, que no sabe donde está aparcado y va de aquí para allí con la boca cerrada y petada de lefa y se encuentra con todo quisqui que quiere hablar con ella y ya os podéis imaginar lo que pasará. Esa escena es épica pero es que el resto no acompaña y hay mucho relleno. Los maridos son muy flojillos y están ahí de relleno, como los niños y casi que las únicas partes realmente bien hechas es cuando la madre y las dos hijas o estas dos últimas están juntas.

Esto jamás de los jamases se estrenará fuera de los Países Bajos así que nadie se tiene que preocupar por el gran daño cerebral que podría causar a los sub-intelectuales con GafaPasta o a los miembros del Clan de los Orcos.


Una respuesta a “Huisvrouwen Bestaan Niet”

  1. Pero además, hay millones de películas con una escena parecida, claro que siempre gusta a nada que la hagan regular 🙂
    Salud