Joé


Cuando entro en la máquina mágica y maravillosa que mantiene el mejor blog sin premios en castellano funcionando me topo con un mensaje que dice que a día de hoy hay veintinueve entradas programadas y me da una rabia que no veas porque pese a ello, me tengo que currar las anotaciones de la noche de toda la semana. Hoy además tengo una sesión triple de cine que me dejará comatoso perdido. Al parecer, la película de En busca del arca perdida cumple treinta y cinco tacos y para celebrarlo, hoy tenemos una sesión con la trilogía original y tal y tal y por nada del universo incluyendo el mundo me la perdería, en un cine, con una pantalla monstruosa y yo sentado allá adelante. No es la primera vez que hago algo parecido con esta serie. En su día, la película que más veces fui a ver a un cine fue Indiana Jones y la última cruzada, película en la que hice algo de trampas. Uno de mis amigotes estaba haciendo un trabajillo de verano en un cine, vendiendo entradas y demás, creo que en aquella época los llamábamos taquilleros, concretamente en el Multicines Galaxys, que ya hace la tira de años que pasó a la gloria y me dijo que me podía colar en el cine y así ver la película. Me la empapé en cuatro sesiones consecutivas. Fue un empacho épico y hubo seres humanos que pensaban que moriría allí, en mi butaca del cine. La vi en sesión de las cuatro, las seis y pico, las ocho y pico y las diez y pico casi once. Después de las cuatro veces, que se sumaban a otras dos, me convertí automáticamente en uno de los grandes expertos mundiales sobre la película en cuestión y los fallos que tenía en vestuario, algo que no notas cuando la vez por primera vez pero que después de una serie de repeticiones, es fácil ver como el sombrero aparece y desaparece de la cabeza de Indiana Jones en la misma escena, o la ropa de alguien cambia o la posición en la pantalla. En la sobredosis de hoy esto no sucederá y simplemente veré las tres historias que nos contaron en su día en una sucesión perfecta.

El fin de semana, el último antes del éxodo hacia Asia, escribí sobre cine en cantidades industriales, empecé a acumular cosas sobre la cama de invitados para hacer la bolsa el viernes y entre medias, fui a ver cinco películas al cine. A estas alturas, básicamente a unos días de meterme en un avión, aún no tengo claro cual será mi ruta por las Filipinas. Según el momento del día, puede que vaya al norte o al sur. El miércoles se acabarán las dudas y fijaré al menos la primera semana y no lo haré antes porque si hoy pasaré seis horas en un cine, mañana me ha invitado el Rubio a cenar en un tailandés y todos sabemos que estas cosas acaban con todos los miembros de la pandilla bebiendo como cosacos y con el evento terminando muy mal y aún más tarde.


3 respuestas a “Joé”

  1. Qué bien, maratón de Indiana Jones. Mira tú por donde, que yo creía que Filipinas no daba para tanto y te vas otra vez este año. A ver si empiezo con Asia en algún momento de mi vida, que ya va siendo hora, pero es que me falta tanto por visitar, que no le veo el final.

  2. Me encantaría ir a ese viaje. Aunque tuviese que comprar repelente por cisternas, me encantaría.