La comida mueve mi mundo


Los tres grupos básicos alimentarios de los seres humanos que no queremos ser acarajotados terroristas islámicos son azúcares, alcohol y la carne cochino. Son los pilares para la alegría y cosa buena. Con mesura y todo lo que tu quieras, pero tienen que esta ahí. Por eso a mí el dios de los joputas terroristas musulmanes de mierda me la suda, te bloquea dos de los tres grupos y con eso se gana mi odio eterno y como para que un dios exista, necesita que lo sigan, conmigo ya pierde un candidato y si desaparece, como les sucedió a los dioses griegos, fenicios o egipcios, yo te puedo asegurar y te aseguro que no lo echaré de menos.

El lunes salí de la oficina mientras caía el diluvio otoñal universal, otro más ya que este año, en lugar de invierno, nos tiran baldes de agua cada vez que salimos a la calle. Al llegar a mi casa me apetecía algo que te asiente el cuerpo y la mente y para eso, no hay nada como la Garbanzada canaria. Camino de mi casa apañé el par de ingredientes que me faltaban y en un rato estaba cocinándose al horno. En este plato hay dos de los tres grupos básicos de comida. Tiene alcohol y tiene carne cochino y si miras bien las etiquetas de los ingredientes, es más que probable que también haya azúcar.

Garbanzada

Según le hice la foto al plato me lancé a comérmelo. Hay una cosa que después de leer varios libros sobre fotografía de comida me quedó clara, en esos libros te explican que hay que retocar y manipular la comida para que la foto salga espectacular. Por supuesto, se da por sentado que cocinas para fotografiar y no para comer. Ahí me perdieron como lector porque yo le hago la foto a algo que quiero comer justo antes de comérmelo. Me la suda si se puede maquillar para que quede más bonita, la fotografía es la actividad secundaria y colateral del encochinamiento, que es la actividad principal.

El martes al llegar a mi casa le llegaba el turno a los grupos del azúcar y el cochino, ambos para hacer un postre, una galleta. En la edad moderna se ha perdido un montón el usar la manteca de cerdo y todos los progres y avanzados han pasado a usar la mantequilla. Es más fácil conseguirla y puede que tenga muchas ventajas, pero no sabe igual ni es lo mismo. Lo que yo quería hacer eran galletas chinas de almendra como las que se venden en la dulcería China que hay en la susodicha zona de Amsterdam, un vicio que no veas y que siempre que paso por la zona aprovecho para comprarme alguna. En la red, encontré un montón de recetas y hasta esta semana, había hecho cuatro intentos. El primero fue pasable y los otros tres acabaron en desastres, ya sea por el sabor o porque las galletas no eran lo que deberían ser. En tres de esos cuatro intentos usaban mantequilla. Después de ver un vídeo de una China super-cuca haciéndolas con mantequilla y comprobando que también decía que se podía substituir por manteca, lo más difícil fue convertir las cantidades de tazas en gramos y por suerte, en Internet hay páginas que te dan el peso según el ingrediente, algo que me fascina una jartá. No me tomó más de cinco minutos el tener la masa lista y un rato más el poner en las bandejas las bolas con masa, aplastarlas, pintarlas con huevo y leche y ponerle encima las almendras. Después todo fue al horno y el resultado fue el siguiente:

Galletas chinas de almendras

Son increíbles. En lugar de manteca de cerdo tradicional, usé una de cerdo ibérico que me traje de España y que es fabulosa. Otro día tengo que probar con la manteca que obtengo de una receta de beicon glaseado con sirope de cerveza que mi amigo el Rubio cuando la probó prácticamente se echó a llorar, porque ahí sí que estaban los tres grupos básicos en toda su gloria, el cochino, el alcohol y el azúcar:

Bacon glaseado con sirope y cerveza

Hay mil millones de julays desgraciados en el planeta a los que su dios les prohíbe comer algo así. Ellos se lo pierden. Regresando al primer manjar, la Garbanzada, al día siguiente los ascensores de la empresa eran cubículos muy peligrosos y en los que se podía morir asfixiado y aún andan buscando al cabrón que petaba aquellas cajas de aire tóxico que no veas. Si no fuera por las leyes que prohíben fumar dentro de los edificios, ese día podría haber muerto alguien en mi trabajo. Huelga decir, que tras el encochinamiento y los peotes, llegó el jiñote y fue, en dos palabras, legen dário.


8 respuestas a “La comida mueve mi mundo”

  1. jajajaja Los científicos de la Nasa han calculado que se produce un peo estándar por cada garbanzo, aumentando el mal olor en proporción a los ingredientes que tenga el plato, cuantos mas, mas apesta el peo, incluso hay peligro de quemarse el ano al dispararlos… 🙂
    Salud

  2. Lo extraño es que con todo ese combustible no tuvieses tú una combustión interna espontánea…

  3. Genín,

    Ayer volví a comer garbanzada y después me fui al cine y alrededor mío, la gente estaba tratando de averiguar quien era el joputa que soltaba aquellos ataques masivos. Me reí todo lo que quise y más

  4. jajajajaja Pero eso es peligroso, te podrían detectar y no salir vivo del sitio, pero claro, estarian medio aturdidos por los gases…jajaja 🙂
    Salud

  5. Imposible pillarte en una sala obscura y petada de gente y más si los que lanzas son cargas de profundidad silenciosas.

  6. Sulaco, tu ten cuidado, he oido que algunos contratan truscolanes adiestrados para oler el culo y detectan cualquier fuga, como son parte truscos, tienen disposición genética para ello… 🙂
    Salud

  7. ¡¡Qué pintaza tiene esa garbanzada!! 😀 Habrá que recuperar el uso de la manteca de cerdo en la cocina, y dejarse de mantequillas. xD