La corresponsal – A Private War


No sé que brebaje le han dado a los que eligen las películas que se convierten en los pre-estrenos sorpresa pero llevamos una rachita de cosas raras que no veas, de películas que más bien parecen de filmoteca o de cine para raritos. Así fue como llegué a la película de hoy, una que en cualquier otro universo dudo mucho que se estrene en los multicines en Utrecht y que quizás habría visto en la filmoteca en Amsterdam. Por suerte, me han ahorrado el viaje. Se trata de A Private War que al parecer se estrenará en España a final de mayo con el título de La corresponsal.

Una julay poco sociable está siempre como emputada consigo misma y sus interioridades o algo así y se arrejunta mucho con joputas-terroristas-musulmanes-de-mielda y todos sabemos lo peligrosa que es esa chusma y gentuza de la peor, como los truscolanes.

Resulta que a una pava lo que le pone los pezones como piedras de hielo e ir a zonas de guerra para practicar el periodismo, que en su caso es mirar y escribir y arriesgar su vida y la de los que están a su alrededor y ser una borde de que te cagas. Básicamente destruye su relación con el macho que la empala y tiene sus amigotes periodistas como ella y se mezcla mucho con uno que es fotógrafo y que la idolatra. Ella va de zona de guerra en zona de guerra hasta que se le ocurrió meterse en Siria y allí le dieron candela de la peor.

Como siempre, se basa en una historia real y blah blah blah e imagino que han interpretado la idea de lo que debe ser un corresponsal de guerra para hacerla más cinematográfica. El problema es que la protagonista no tiene carisma alguna, es una tía antipática y que cuando no está rodeada de guerra, es básicamente una gilipollas integral que se merece que le toquen vecinos truscolanes en su planta. Hay muchos momentos de la película en los que la tirria con la tía me podía más que lo que me querían contar. Flipé porque el fotógrafo que le ponen y que está como abobancado por ella es el chamo aquel que hizo la película esa de las cincuentan sombras del gris y puedo confirmar y confirmo que sigue teniendo la misma capacidad para no mover un solo músculo de la cara que tenía en aquellos años en los que era super-hiper-mega-famoso. El pobre es como un cromo acartonado. El mejor de la película es el chamo que hace de Gadafi, ese sí que da risa. Particularmente, me dio la impresión que la protagonista lo que buscaba era una nominación al Oscar, el director nunca supo como controlar la historia y pierde minutos y minutos en mostrarnos a esta gilipollas con sus neuras en lugar de llevarnos por otros caminos y el resto del equipo no lo hace mucho mejor. En fin, que acabamos con algo que es demasiado soso, que le faltó chispa.

Esto se lo pones a un miembro del Clan de los Orcos y le da un jamacullo mortal de necesidad. Es más bien el tipo de cine que se hace para los sub-intelectuales con GafaPasta pero incluso ellos le pondrán muchísimas pegas. Para ver por la tele si no hay nada mejor.


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