La gran estafa americana – American Hustle


Estamos en temporada altísima de Oscars, con las películas que están requetenominadas en cartelera o a punto de hacerlo, ya que el interés de muchos por ir a verlas se desvanece si no ganan. La película de hoy ha tenido un recorrido algo maldito en mi caso. La iba a ver el martes en Amsterdam pero para cuando fui a buscar mi entrada ya no quedaba ninguna disponible. Volví a planear ir a verla el jueves por la noche y más o menos a la hora de salir de mi casa comenzó el diluvio universal acompañado de un viento huracanado y opté por pasar de salir de mi casa. Finalmente opté por planear una visita al cine el miércoles después de italiano pero hoy domingo mis planes originales se torcieron. Desde hace dos meses había acordado con amigos ir a Flevonice, la pista de patinaje sobre hielo de velocidad abierta que hay en los Países Bajos y que tiene en la actualidad un circuito de tres kilómetros de largo. Sucedió que anoche comenzó un temporal de viento brutal y hoy anunciaron que no abrirían. Al cancelarse mis planes aproveché y fui por la tarde a ver American Hustle película que se estrenó a finales de enero en España con el cabrón título de La gran estafa americana que básicamente te cuenta de qué va la película.

Un grupo de julays trata de joder a primos-hermanos del Güaca

Un timador habitual ha de trabajar con el FBI para conseguir trincar a unos cuantos corruptos. El agente que lleva el caso quiere más y más y mucho más y entre medias se encoña de la pava que trabaja con el timador. La cosa se va liando y finalmente se les irá a todos de las manos.

Esta es una de esas películas que espero con un ansia tremenda porque el trailer es fabuloso y que cuando arranca, destroza mis expectativas. Los primeros cuarenta y cinco minutos son un ejercicio de aburrimiento en el que acabé por dormirme al menos diez minutos. La forma en la que nos presentan los personajes es insulsa y la trama que van tejiendo tiene demasiados agujeros y carece de un hilo brillante que te atrape. Mi primer problema viene con el protagonista. En ningún momento de la historia llego a saber quién es el protagonista, no hay un solo personaje que destaque en esa marejada tirando a fuerte marejadilla de diálogos supuestamente inteligentes que no llevan a nada y ahí me pierden. En la segunda parte de la película conseguí engancharme a una de las historias secundarias, la de Jennifer Lawrence, que deslumbra y anula a todos los demás sin esfuerzo. Particularmente deleznable y soso es Christian Bale, que por más que lo intenta no consigue que su personaje valga algo. Lo mismo le sucede a Jeremy Renner, un actor que nunca me ha parecido gran cosa pero que aquí es repulsivo con sus caritas bobaliconas que repite una y otra vez. Otra que patina un montón es Amy Adams, que hasta el final pensé que era un personaje totalmente secundario que tuvo la suerte de estar en la posición adecuada cuando rodaban, porque la puedes cortar de todas y cada una de las escenas y no se pierde mucho. Por último, por más que sea fans de Bradley Cooper aquí no hay manera de creerse sus ataques de locaza con tampón metido en el culo y que se le ha descolocado.

En fin, que da igual que juntes un elenco de escándalo si no tienes una buena historia que contar y te crees que por poner diálogos rápidos estás haciendo cine interesante. No es una película que puedan llegar a entender los miembros del Clan de los Orcos y seguramente es una que fascinará a los sub-intelectuales de GafaPasta que gustan de este tipo de ejercicios vanos. Para los demás, mejor verla cuando la den en Antena Triste un domingo por la tarde después de comeros un sancocho y así os echáis una siesta de rescándalo.


4 respuestas a “La gran estafa americana – American Hustle”

  1. Yo también esperaba bastante de una película con un gran trailer y 10 nominaciones a los Oscars incluyendo cuatro a actores. Por desgracia no fue así. En IMDb está en caída libre y ya va por 7.7. A este ritmo, en un par de años tiene un 6.

  2. Ya somos 3. Al parecer, el crítico del País también le dio candela de la buena por mala. Parece que por una vez en la vida y sin que sirva de precedente coincidimos.