La primera clase del quinto curso


Por cuarto año, he comenzado con el curso de italiano, aunque como el primero hice dos niveles, este año entramos en el quinto nivel de esa lengua tan bella. En clase somos un grupo pequeño, todos salvo dos conocidos, ya que nos seguimos reenganchando y el profesor mantiene el día y el horario porque sabe que a todos nos va bien.

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duolingo, originally uploaded by sulaco_rm.

Ayer, además de la primera clase, era el reencuentro, todos nos vemos las caras, hablamos de nuestras vacaciones, de lo que hicimos y lo que haremos y los compañeros intentan por todos los medios mover la conversación desde el italiano al neerlandés, aunque conmigo tropiezan con un talibán ya que yo me niego en rotundo y respondo a cualquier pregunta o las hago en italiano. Incluso el profesor, por más que lo intenta, cede y cambia al holandés con frecuencia, algo que en mi caso es misión imposible. Durante el verano y desde mucho antes he mantenido el esfuerzo y la presión para aprender el idioma usando el Duolingo, un sistema gratuito e increíble para aprender casi todas las lenguas interesantes que hay en el mundo, lo cual excluye dialectos de barrios chafarderos como el truscolán idoma que requiere también el graduarte como mentiroso y delincuente para poder hablarlo con soltura, como todos bien sabemos. Duolingo funciona perfectametne entre multitud de dispositivos y así a veces hago mis ejercicios por la Web o usando el iPhone en el tren o tirado en el sofá con el iPad. Mi objetivo diario es conseguir al menos treinta puntos, lo cual requiere que supere tres ejercicios. Parece poco pero vienen a ser veinte minutos diarios, con lo que tenemos dos horas y media a la semana, diez horas al mes, ciento veinte horas al año. Eso con las cuarenta y dos horas de clases y las visitas a Italia me ha permitido avanzar un montón en la lengua italiana y no sentirme incómodo hablándola.

En este quinto curso ya no hay gramática que aprender, ya la hemos visto toda, así que se tratará de usarla y abusar de la misma. El libro que usamos tiene una metodología muy apañada y que te obliga a hacer ejercisios con frecuencia, algo que a mi me da siempre pereza ya que el tren es el lugar en el que hago los deberes y prefiero no tener que cargar el libro más de dos días a la semana. Este año, de la hora y media de clase, media hora será siempre de conversación y ahí voy a ver sudar sangría de la mala a mis compañeros.

Camino de la clase de holandés pasé por mi supermercado chino favorito, un lugar que es como una caja de bombones para retardados, lleno de sorpresas y tuve que controlarme para no pasarme una hora navegando entre los diferentes pasillos y comprándolo todo. Mi misión en ese lugar era aprovechar la oferta que comenzaba ese día de tres piñas de millo (obviamente en idioma Canario, lengua ancestral de cuando las islas aún no eran nación y que en español se puede traducir como mazorcas de maíz) hervidas y congeladas por un leuro y treinta y nueve céntimos. Salí del supermercado con doce piñas, aunque aún me quedaban cuatro en la nevera. Este año me estoy encochinando a millo y eso tiene un efecto directo en las jiñadas, ya que la producción se desplaza en la escala de la mierda y paso del habitual tipo 3 al 2 o incluso el 1 y hay días que más bien parece que tengo una cabra en mi casa.


7 respuestas a “La primera clase del quinto curso”

  1. Los efectos jiñativos del millo son mundialmente conocidos. Si lo comes con moderación ni los notas. Lo que pasa es que yo en la temporada abuso y abuso y vuelvo a abusar. Es como cuando entramos en el ciclo de las castañas. Produzco tantos gases que aparece el agujero de la capa de ozono, aunque por suerte aún no se han dado cuenta que lo hago yo mismo con mis castañitas.

  2. Ay, estudiar italiano es una de mis prioridades este año, voy a ver si me apunto a algún curso intensivo este año, porque yo eso de estar muchos años seguidos me aburre y lo dejo (además que ya tengo una edad), pero es que el italiano me encanta y como a Italia voy cada dos por tres, yo creo que lo amortizaré, además que lo que quiero es hablarlo y entenderlo, no tengo ningún interés en tener ningún título. Probaré con ese sistema duolinguo que dices a ver si me gusta.

  3. El primer año hice 2 niveles en uno y era intensivo. Si vas a uno mucho más intensivo, requiere mucho tiempo de deberes y ejercicio. También puedes optar como hago yo con practicar con el duolingo, aunque creo que el italiano para españolas todavía sigue en fase beta. Yo lo estoy haciendo como Italian for English speakers porque yo lo valgo y hablo las lenguas impuras.