La soberbia azotea del duomo di Milano


Lo repito por si a alguien no le queda claro. Hay que subir a la azotea del duomo di Milano, si eres dinámico por las escaleras y si eres gandul usando el ascensor. El lugar es un festival arquitectónico fabuloso, no hay rincón feo en ese lugar que no se construyó pensando que la gente subiría hasta allí a verlo. En el punto más alto está la Madonnina, una estatua que desde que la pusieron en el lugar más alto en 1774 se convirtió en el símbolo de la ciudad. En Milán se respeta que ningún edificio de Milán puede estar más alto que la Madonnina, la cual está a ciento ocho metros de altura, aunque esto dejó de ser cierto a finales de los cincuenta y para compensarlo, en el edificio que hicieron pusieron una réplica y en el que hoy en día ostenta el récord de altura de la ciudad, tamién tienen una réplica de la Madonnina en lo alto, con lo que técnicamente, la Madonnina sigue estando en el punto más alto de la ciudad.

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6 respuestas a “La soberbia azotea del duomo di Milano”

  1. Impresionante! Si tienes, pon mas fotos por favor, cuando estuve en Milan , hace ya unos años, el duomo estaba en plena restauración.

  2. Evelyne, lo que deberías hacer es mandarme la lista de sitios a los que debo ir en la ciudad de la Hamburguesa …

  3. ¡Otra maravilla!
    Que pena de caseta de mierda…
    No sabia lo de la virgen, eso de ir poniéndolas en los edificios mas altos es muy italiano… 🙂
    Salud

  4. Genín, creo que la caseta era porque por ahí se accedía al ascensor y la escoria truscolana son de los que compran entrada para subir andando y después pretenden bajar con el ascensor. Mismamente un truscolano fue el que vendió y traicionó al mismísimo Jesucristo de la secta de los presuntos tocadores de niños.

  5. Coño, no sabia que Judas era truscolano, aunque pensándolo bien lo de las doce monedas de plata da que pensar 🙂
    Salud