La tarde en los museos Vaticanos y la Galleria Borghese


El relato comenzó en Un nuevo viaje a Roma y en la plaza de San Pedro por la noche

Un día da para mucho y si comencé con La mañana del Coliseo y el Foro Romano la tarde se presentaba igual de petada. A los pies de mi cama estaban los Museos Vaticanos y me apetecía regresar para admirar una vez más la Capilla Sixtina y las Estancias de Rafael. Pasé de comprar la entrada con antelación y cuando llegué tuve que hacer una cola de más o menos cuarenta minutos, aunque esperando allí me he dado cuenta que si entras con un folio en la mano haciendo el paripé como que ya has comprado la entrada, pasarás los controles de seguridad y después vas a las taquillas sin problemas. Lo tendré en cuenta para mi próxima vez. Hice algún vídeo en la parte del museo en la que te dejan, que es básicamente cualquier lugar salvo la Capilla Sixtina pero no hice fotos por aquello de que la desidia es tan grande o algo así. Como siempre, flipé con la increíble Capilla Sixtina y hasta me reí con la retardada que espero que al menos chupe-pollas que sabiendo que no se puede hacer fotos y que está lleno de vigilantes, lo intentó y además con flash, para máxima discreción. Es injusto que una lerda semejante no reciba cada mes la paga de subnormal, está más que demostrado que tiene lo que hay que tener para recibirla.

Al salir iba bien de tiempo, entré corriendo en el hotel para pillar el cruasán mixto envasado al vacío más truscolán, me lo jinqué y opté por ir andando hacia la Galleria Borghese y en el camino hice una parada técnica en la Gelataria Cinque que era la mejor posicionada en las críticas de la plebe y me compré un mega-helado de dos bolones.

Piazza del Popolo

Me desvié un pelín en la ruta para pasar por la Piazza del Popolo, creo que la que más ninguneo en la ciudad porque nunca me pilla de paso y porque reconozcámoslo, es sosa que no veas en una ciudad de maravillas. Un obelisco, por más egipcio que sea, no puede competir con plazas con fuentes de Bernini nunca-jamás.

Seguí por Villa Borghese, el enorme parque que hay en la zona más céntrica de Roma. En el vídeo se verá algo del
Jardín del lago con templo de Esculapio
y para cuando llegué a la Galleria Borghese, la última luz del sol pintaba la parte superior del edificio:

Galleria Borghese en la puesta de sol

Mi visita a este museo fue algo problemática. Originalmente reservé mi entrada para las ocho y media de la noche del día anterior pero igual no juntaron las suficientes personas y lo cancelaron. Me movieron la reserva al sábado a las cinco de la tarde pero el colega de la taquilla no la encontró, aunque viendo los correos de sus colegas, que eran como quince en dos días, al final me imprimió una entrada según él gratuita pero que yo pagué en otra reserva. Aquellos minusválidos cerebrales y con derecho más que ganado a eutanasia asistida por el estado llegan allí sin reserva y se encuentra que está todo vendido y no lo pueden ver. En la taquilla ya había un cartel avisando que todas las entradas del domingo estaban vendidas. A las cinco de la tarde entramos y yo, igual que una ladilla va directa a güevo, me pegué a las estatuas de Bernini. Muchas de las estatuas de Bernini que están expuestas en este museo están en las salas para las que las esculpió, se hicieron para este lugar. A mi me gustan todas e igual puedo llorar viendo La cabra Amaltea con Júpiter niño y un fauno que mi favorita Apolo y Dafne o mi otra favorita David e incluso con Eneas, Anquises y Ascanio o El rapto de Proserpina que para mi son más flojillas. Por supuesto vi el resto del museo pero mi foco, mi atención y mi intención era darme un hartón de Bernini. No hay vídeo de esta parte porque está prohibido hacer fotos o vídeos en el interior porque se puede gastar el Bernini.

Escalinata de la Piazza di Spagna petada de gente por la noche

Al salir de allí fui hacia la Piazza di Spagna y la estremecedora foto anterior demuestra nuevamente la de borregos que hay en el mundo. Al parecer, uno visita Roma para ir a sentarte en la escalinata de esta plaza y perder allí una o dos horas. Además, van todos por la tarde y noche. Más tarde en el vídeo tendréis un empacho, con varios vídeos y con la plebe petándolo todo. El árbol de Navidad farruquero se puede ver en todo su despiporre en el vídeo. A los pies de la escalinata hay una escultura de Bernini que fue atacada por Hooligans holandeses creo que hace un par de años.

Fontana del Tritone de noche

Fui a ver la Fontana di Trevi, casualmente de Bernini y la veréis en el vídeo y desde allí seguí a la Piazza Barberini para ver de nuevo la Fontana del Tritone que seguro que todos sabemos quien la esculpió. Ya casi eran las nueve de la noche así que salí por patas en el metro, regresé a la zona del Vaticano pero me bajé una parada más tarde para ir a un supermercado que sabía que estaba abierto y aprovisionarme de harina 00 y otras cosillas que me gustan de por allí. Lo dejé todo en el hotel y como no quería complicarme, en la recepción me recomendaron un restaurante llamado L’Insalata Ricca, que tiene varios por la ciudad. Fui al de la Piazza del Risorgimento.

Bruschetta mista en L'Insalata Ricca

De primero pedí una Bruschetta mista.

Pizza en L'Insalata Ricca

y después una pizza. Pasé de pedir postre porque muy cerca y en la misma plaza está la Old Bridge Gelateria que es una de las más populares de la ciudad y opté por orgia de helado de postre. Vine llegando al hotel casi a las once y al día siguiente quería aprovechar las pocas horas de la mañana así que entré en hibernación instantáneamente.

Todo lo anterior, obviamente, está documentado y bien documentado en un vídeo increíble y asombroso AQUÍ. La música es el clásico Holding Out for a Hero de Bonnie Tyler. El vídeo tiene como cuatro minutos dentro de diferentes partes de los Museos Vaticanos, después pasamos por la Piazza del Popolo, vemos el lago con templo de Esculapio y alguna gente en barcas alquiladas, después saltamos al estremecedor documento de la Piazza di Spagna y las multitudes, tenemos algo de Fontana di Trevi también petada de gente y ahí nos quedamos. Elegí nuevamente una canción larga para no apresurar la cosa.

El relato acaba en La Piazza di Spagna y otras cosillas irreconocibles cuando acudes temprano y regresando a Eindhoven

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4 respuestas a “La tarde en los museos Vaticanos y la Galleria Borghese”

  1. La Galería Borghese es uno de mis museos favoritos. Me encantan los Berninis y cómo puedes estar todo el tiempo que quieras dándole la vuelta a las estatuas para verlas en todo su esplendor. Mis preferidas Apolo y Dafne y el Rapto de Proserpina, me parece maravilloso cómo se le clavan los dedos a Proserpina en la carne, alucinante.

  2. sulaco, en serio?? Creo que nadie se había dado cuenta… (es irónico, por si acaso, que te estás volviendo cabezatulipán y no las pillas)…