La vida en letras


Amo mi idioma, el español. Me permite comunicarme, me permite expresarme, cantar, lamentarme, inventar cosas absurdas, retorcerlo, manipularlo, a veces vapulearlo y es ese amigo leal que hagas lo que hagas está ahí para que los demás puedan saber lo que quieres decir. Conozco otros dos idiomas y ninguno de ellos tiene la belleza del español.

Belleza en la forma en la que juntamos letras y creamos palabras y con ellas ensamblamos oraciones que articulan nuestros pensamientos para expresar aquello que deseamos hacer saber a los demás.

Comunicación es la clave de nuestra interacción social y en el núcleo de la misma, el elemento más sencillo que tenemos es la letra, esa unidad tan versátil y que permite tantas combinaciones. La comunicación nos ha dado una gran ventaja competitiva frente al resto de animales de este planeta. No fueron los falsos dioses los que nos alzaron a la punta de la pirámide, fue la capacidad para comunicarnos y para aprender unos de otros.

CHapurreo el holandés de cuando en cuando pero por más que lo intento no consigo que se convierta en mi segundo idioma. Resulta gratificante el tener un verbo en mi propio idioma que describe exactamente que es mi dificultad para hablar el holandés, pronunciándolo mal y usando vocablos y giros exóticos.

Diccionario es ese lugar en el que se esconden las palabras esperando que pasemos a visitarlas. Es también el sitio en donde nos explican lo que significan las mismas ya que una palabra consta de cuerpo y alma, siendo esta última el significado de la misma y es en los diccionarios en donde la descubrimos.

Español, mi idioma, la lengua en la que articulo la mayor parte de mis pensamientos, la misma que lleva moldeando mis pensamientos desde que tengo consciencia. Un idioma que hablan cientos de millones de personas en todo el mundo y que pese a los pisotones que le damos sigue ahí, brillando y alumbrando nuestro camino.

Felicidad es ese estado que todos buscamos y que cuando lo alcanzamos, algunos ni siquiera se dan cuenta. No hay que complicarse demasiado para ser feliz, ni hay que buscar cosas exóticas o extraordinarias. La felicidad está al alcance de nuestra mano, en esa manzana que comemos a media mañana o en el revoloteo de las hojas a tu alrededor en el parque.

Gracia es algo que muchos perseguimos pero que solo unos pocos tienen. Ese atractivo que es independiente de la hermosura de la persona y que los demás identificamos inmediatamente aunque no podemos describirlo es un don muy especial. La gracia es también la amistad de otras personas, aquellos que te quieren y que se preocupan por ti.

Hablar es hacer verbo la palabra, darle sonido a las letras que hemos empujado hasta juntar en nuestra cabeza. Algunos hablan poco y a otros no hay quien los calle. Muchas veces hablamos por hablar, por escuchar algún tipo de ruido que nos de cierta seguridad. Hablando conseguimos que otros nos entiendan, con algo de paciencia y un poco de suerte.

Idioma es la forma de referirnos a la lengua propia o a la de otros. En mi cabezón pululan tres de esos idiomas. Uno muy fuerte, el español. Otro que cada día se fortalece más y más, llamado holandés y el inglés, idioma en el que sueño y pienso la mayor parte del tiempo sin darme cuenta.

Jamás te des por vencido. Procura seguir luchando, siempre, ya que por muy mal que se pongan las cosas, mientras haya algo de aliento, se puede ganar. Jamás te olvides tu idioma, tu principal arma para muchas de las batallas que tienes que lidiar. Jamás mires atrás añorando aquello que dejaste. Busca tesoros mejores en el futuro.

Karma es la fuerza que nos mueve, una energía intangible que nos ayuda a tumbar cualquier muro que nos pongan por delante. Con los hechos y las acciones que hacemos definimos nuestro karma.

Letras son los átomos de las palabras. Todas son importantes, incluso aquellas que en su día fueron y ya no lo son, algo que le sucedió a la que viene a continuación, una letra que algunos aprendimos en el colegio y que después perdió su sitio en el alfabeto.

LLave a la comunicación es el idioma. Todo está relacionado, nuestra ansia para comunicarnos la canalizamos mediante el idioma que hablamos y que estructuramos con letras y palabras.

Maestro es la forma por la que conocimos a la primera persona que trato de inculcarnos algo de orden en el caos del idioma. Después los conoceremos como profesores pero esos primeros que amamos siendo niños eran maestros y maestras, gente que tenía que eliminar todo tipo de barreras para explicarnos conceptos bastante complicados de forma que los pudiéramos entender. Un maestro es una persona que destaca entre los de su clase.

Neerlandés es el idioma que aprendí de viejo y que no hay manera de que pronuncie bien. Una lengua extraña, con una gramática que se salta todas las reglas de la lógica que me enseñaron desde pequeño y trata de imponer otras que la mayor parte de las veces me parecen absurdas. Es también el idioma del país que más amo.

?oñas son las personas de poco ingenio, esas que mutilan el idioma eliminando letras y aquellas que no se preocupan en cultivarlo y mantenerlo con vida.

Oración es un conjunto de palabras que a su vez están formadas por letras y que expresa un sentido gramatical completo. A veces no tienen mucho sentido (no tenéis más que leer algunas de las anteriores) y en otras ocasiones dicen las cosas de forma tan clara y rotunda que puden provocar el pánico. Algunos confunden esta palabra con la súplica que hacen en vano.

Palabras son los átomos de las oraciones y están formadas por letras. Palabras y más palabras son las que tenemos aquí, una detrás de otra, a veces separadas por signos de puntuación. Las palabras tienen su propio sentido y al combinarlas pueden alterarlo para crear una unidad mayor.

Quimera es un sueño, algo que imaginamos pero que en realidad no es verdadero. En mi mundo hay un montón de quimeras porque me gusta imaginar lo imposible, buscar escenarios alternativos y poco probables y explorarlos para descubrir nuevos y extraños mundos.

Redes son conjuntos de elementos organizados para un mismo fin. Pueden ser nuestros amigos, los compañeros de trabajo, del colegio o la familia, siempre estamos tejiendo redes y si te paras a pensar, son siempre redes sociales, para comunicarnos y poder usar todas esas herramientas que hemos desarrollado alrededor de algo tan simple y poderoso como la comunicación.

Sociales somos desde siempre aunque ahora se nos haga creer que solo aquellas personas que tienen acceso a ciertas redes lo son. Vivimos en sociedades, que no son más que ámbitos sociales en los que interactuamos con otras personas.

?nico eres tú y también lo soy yo. No hay dos personas iguales, todos somos únicos, como el idioma que usamos para comunicarnos.

Valientes son aquellos que se arriesgan en el uso del idioma, pero no para destrozarlo sino para enriquecerlo.

W es la letra que llegó a nuestro idioma desde fuera y que no tenemos en ninguna palabra que no sea importada. Para mí siempre será la uve doble y está ligada al inglés, idioma en el que aparece con frecuencia. Es también una de las letras que después de una década aún no he conseguido pronunciar bien en neerlandés.

Xenófobos somos todos, en mayor o menor medida. A veces con una raza en concreto, a veces con el que no habla nuestro idioma o el que viene de fuera y la mayor parte de las veces, sin ninguna razón porque tampoco la necesitamos.

Yermo es un terreno inhabitado, es lo contrario a lo social. Es ese páramo en el que no crece nada y que es incapaz de albergar vida. Para el tiempo que pasamos en este planeta, no merece la pena tener ninguna parcela yerma a nuestro alrededor así que ya sabes, si conoces alguna, planta algo y riégalo que seguro que crece.

Zoquete es como me siento cuando visito España y veo por la tele a esos delincuentes habituales destrozando mi idioma. No los comprendo, no soy capaz de entender aquello que tratan de comunicar, si es que hay algo además de gritos.

Y llegados hasta aquí igual te preguntas la razón de este despliegue absurdo e inútil. La culpa la tiene una cantante llamada Lucy Schwartz y su canción Life in Letters. La reflexión final es que las letras son una parte importante de nuestra vida.


7 respuestas a “La vida en letras”

  1. Al menos algo relacionado con este país y que amas…. sorprendente, yo ya pensaba que no había absolutamente nada que te gustase siquiera por aquí….

  2. El idioma español lo hablan como primera lengua unos cuatrocientos millones de personas, un 90% de ellos fuera de España así que no es algo literalmente de «por ahí». Mi acento es más cercano al venezolano que al oficial de TVE …
    Algo que sí amo de España es el pulpo gallego, las Cristinas que se venden en una dulcería muy específica de Santiago de Compostela y los calamares que se pescan frente a la costa de las Canarias.

  3. Sulaco, pana, por eso te quiero, este es el que yo conozco. Ya quiero verte, y mira que me encanta andar de parranda por alli, pero este tipo de cosas me hacen extrañarte, viste que no soy tan mala?
    Besos.

  4. Por cierto, en enero voy a Santiago, ya me contarás dónde voy a probar esos dulces tan buenos y si me recomiendas tascas, mucho mejor.

  5. Yo iré a Dusseldorf en Enero a pasar un sábado. Pillé una oferta para ir en tren por 20 eurolos y así mato el sábado y actualizo mi colección de fotos de la ciudad con imágenes de invierno. Tengo un amigo que vive relativamente cerca e igual nos vemos por allí.
    Sobre Santiago, fuimos a comer a un sitio muy chulo pero nos llevó JC y no recuerdo el nombre. Creo que cenamos en otro llamado Casal do Cabildo que nos recomendaron en el hotel. O era ese, u otro llamado o dezaseis que está al lado.

    El sitio para comprar las Cristinas es la pastelería Mora y hacen pocas así que procura ir temprano.