Hemos ido viviendo las obras de mi casa prácticamente en directo y poco a poco pasamos de la fase destructiva a la constructiva y ahora ya estamos en la de acabado. Como tenemos unas temperaturas espectaculares y las paredes llevan días secas, ayer decidimos acelerar el proceso y mi vecino le dio a las escaleras y la entrada la capa base, la imprimación o como quiera que se llame. Es una especie de agua que al secarse crea una capa sobre la que la pintura se fija mejor y así evitas las bandas esas tan horrorosas que les quedan a algunos en su casa. El día que fuimos a la hiper-ferretería (y en Holanda son super-populares y hay muchas cadenas, solo al lado de mi casa tenemos un Karwei, un Hornbach, un Gamma y un Praxis, todos a menos de cien metros entre ellos y cada uno del tamaño de un hipermercado) nos asesoró un empleado de la sección de pintura que se sabía la historia completa y nos recomendó los materiales que debíamos comprar y las pinturas. Prácticamente, yo lo único que hice fue elegir el color y como estoy cansado de colores tristes y amargados, opté por un amarillo muy suave al que las fotos no le hacen justicia.

Hoy al volver del trabajo comenzamos a trabajar. Los dos pensábamos que tendríamos que dar dos manos de pintura pero parece que con una será suficiente, aunque eso lo confirmaremos mañana. La pintura agarra muy bien a la pared y no deja marcas ningunas. Entre los dos acabamos el trabajo en menos de dos horas.

El juego de colores en esta parte de la casa es el RAL9001 (crema) de los marcos y las puertas, el amarillo y las escaleras en RAL9010 (o blanco roto).

Como seguíamos con ganas de marcha nos pusimos a preparar el dormitorio para el día siguiente cubriendo la ventana y lijando las paredes y después nos animamos y ya seguimos y le hicimos la imprimación a las paredes, y por eso veis la foto con ese aspecto tan raro.

Mañana por la tarde iremos a comprar la pintura, he elegido un verde que combina fantásticamente con el armario, las cortinas y la cama y al que llegué gracias al Kuler de adobe, esa pequeña maravilla para descubrir combinaciones de colores bonitas. Si las cosas no cambian y continúan como hoy, será una sola mano y el dormitorio estará a la espera del suelo nuevo para terminarlo. El martes lo vamos a dedicar a la escalera, la cual hay que terminar de pintar, ponerle las pequeñas alfombrillas para los escalones y demás. Para cuando lleguen mis padres el miércoles, todo salvo el suelo estará listo para revisión.