Hay películas que no me llaman la atención en absoluto pero que voy a ver por culpa de los amigos. Cuando vi por primera vez el trailer de Law Abiding Citizen ya había decidido que era una de esas que esquivo pero un colega insistió e insistió y terminé yendo a verla. Por desgracia yo tenía razón y mis temores se confirmaron. No me gustó demasiado. En España tardará aún en estrenarse ya que está prevista para mayo del 2010 y lo hará con el título de un ciudadano ejemplar.

A un julay sandunguero le matan a la piba y a su hija y se rebota todo contra un negro inútil que lo vende en el juicio y acaba matando a todo quisqui en la barriada periférica en la que vive

Comenzamos con un tipo que ha visto como dos delincuentes mataron y violaron a su mujer y a su hija delante de sus ojos. El ayudante del fiscal pacta con uno de los criminales y el hombre pierde su fe en la justicia. Pasa una década y cuando al delincuente que aún está en la cárcel le llega la hora de la inyección letal, ahí comienza su venganza y no parará hasta acabar con todos los que tuvieron algún papel en la muerte de su esposa e hija y en el paripé de justicia que le sucedió.

La película comienza bien si te gusta este tipo de género pero poco a poco va perdiendo fuelle y cuanto más espectaculares son los asesinatos, menos credibilidad tenía. Hay un momento en el que pensé que quizás nos habíamos equivocado de peli y estábamos viendo SAW CCIII porque era igualito, con crímenes que se planifican al milímetro y una banda de totorotas que corre de aquí para allá muriendo merecidamente. Lo malo es que según se va resolviendo el misterio y se le va borrando ese aura de misterio la película se apaga y para cuando llega a la escena final se convierte en algo lamentable. De los cien posibles finales escogieron el único que da hasta risa y que estropea lo poco que habían conseguido construir previamente.

No me gustó nada la interpretación de Jamie Foxx que resulta absolutamente deleznable como abogado implacable y tampoco llegué a creerme muchos de los roles secundarios. El único que parece estar haciendo un papel decente es Gerard Butler pero hasta él tiene momentos en los que parece perdido en la estupidez del papel que le tocó rodar.

En definitiva, bastante sosa, trillada y repetitiva y con más pinta de telefilm que de película para ver en el cine. Si te gustan las películas con abogados y triquiñuelas legales, con esta seguro que te corres de gusto.