Lo más mejor


Con el cambio de dígito que sucedió hace unos días tengo la excusa perfecta para hacer un pequeño repaso de lo que fue el año pasado en esta mi casa y elegir esos pequeños momentos antológicos que quizás se le hayan podido pasar por alto a cualquiera que no entre aquí con la asiduidad y devoción que deberíais profesar. Algunas de esas anotaciones recibirán el máximo premio que se puede conseguir en esta bitácora: entrarán a forma parte del elitista club de las Grandes Historias.

Como uno no puede evitar el ordenar las cosas de alguna forma he optado por la fecha en la que aparecieron en esta página siendo la última la más reciente y la que viene a continuación la más vieja. Digamos que este año que ha pasado vio la culminación de una serie de historias inspiradas en las letras del disco Arquitectura Efímera de Fangoria. Me quedo con Teatro del dolor, algo intimista y que llegó al mundo hace casi un año en el frío y oscuro invierno nórdico. Un poco más adelante hizo su aparición un clásico que ha cautivado las calenturientas mentes de los colegas que siguen empapándose todo lo que escribo. Tuvimos el inmenso privilegio de conocer a Samanta, una chica que quiso jodernos y acabó bien jodida. Esta tipa ha seguido trabajando como invitada especial en otras historias y consiguió el papel protagonista con momento de máximo esplendor en Deconstruyendo el cuento de la princesa I, una revisitación de esos añorados cuentos que escuchábamos de pequeños y que fue adaptado a esta pecaminosa suciedad en la que vivimos. La historia tiene varias partes y podréis seguirla a través de la que os indico. No voy a poner esos enlaces aquí ya que no vienen al caso.

Hay dos vidas que cuento al mismo tiempo que desgrano la mía. Se trata de mis amigos el turco y el chino. Este último va a su puta bola y siempre nos sale con cosas raras. Llevamos años tratando de comprenderlo aunque sin mucho éxito. De lo acontecido con este hombre durante el año destacar Leyendas del Oriente II y Tócame los güevos. Tengo en maceración unas cuantas cosas nuevas sobre el amigo que a buen seguro dejarán a más de uno pasmado y a aquellos que disfrutan de sus anodinas y grises vidas sin mirar más allá de sus ventanas los mantendrá en la más patética de las indiferencias. La otra estrella mediática es el turco. Todas y cada una de las horas de mi vida que he pasado en compañía de este hombre son impagables. Lo que no le pase a él no le sucederá a nadie. Tras una pausa infinita fui capaz de continuar con Temporada de caza. Ya sé que está sin acabar y tengo dos o tres moscones dándome la paliza para que lo finiquite, pero por el momento me temo que os tendréis que conformar con releer Temporada de caza: Garota de Ipanema.

Cambiando totalmente de tercio tras el huracán Katrina me acordé que como siempre había dejado a medias algo y traté de subsanarlo hablando de Los isleños en Luisiana, que para aquellos que hayan leído hasta aquí y no lo sepan es como se llama por aquellos lares a los descendientes de canarios que la corona Española envió como colonos a aquellas tierras.

Y terminamos este repaso del año con una andanada de desvaríos que se han ganado aparecer en este recopilatorio por méritos propios. Se trata de Cagones de oficina, Putas sucias y rastreras, Metrosexual y Cagarás Mierda. Decir que yo esperaba que el año fuera más ordinario y vulgar, más que nada porque mis queridos amiguitos y amiguitas me siguen restregando a la cara lo verdulero que soy a cada oportunidad que tienen y me recuerdan que ellos y ellas si tienen clase y estilo y escuchan música de la buena y eso, no como yo que parece que tengo un gusto musical demasiado ?pésimo??.

Así que aquí está lo más mejor de Distorsiones durante el año 2005 según el autor, guionista y actor principal de esta farsa basada en hechos irreales que me ha tocado escribir. Y ahora a recordar tiempos pasados que seguramente fueron mejores.

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