London Boulevard


En el Reino Unido se hacen un montón de películas fantásticas cada año que pese a ser rodadas en inglés, no tienen demasiada distribución fuera de sus fronteras. Es un cine mucho más violento y arriesgado que el de palomitas para acarajotados que nos llega desde el Imperio que suministra la mayor parte de nuestro cine. En esas películas, hay que estar bien espabilado porque los diálogos son muy veloces y los actores sudan tinta para interpretar a esos personajes violentos y descastados. Una de estas películas es London Boulevard la cual no tiene fecha de estreno en España y me temo que si llega, será a través de la tele o directamente como DVD.

Un julay sale de chirona, se enamora de la chocha del martes y se mete en un pitote que no veas por tratar de dejar a sus amistades peligrosas

Comenzamos con un tipo que sale de la cárcel. Lo recoge uno de sus amigos y lo coloca inmediatamente a vivir en un apartamento del que han echado al dueño por deudas. Después, en una fiesta de «vuelta a la libertad» conoce a una chica que resulta ser una famosa actriz y ella le ofrece un trabajo en su casa. El hombre se enamora de ella e intenta cambiar de vida pero su pasado criminal no lo quiere dejar ir y terminará en una espiral de violencia con un capo mafioso que siempre se sale con la suya.

A mí Colin Farrell me pone de los nervios. No me gusta como actor, no me parece más que un macarra que ha tenido suerte. Así y todo, he de reconocer que en esta película está fantástico precisamente porque hace de macarra que trata de comenzar desde cero pero al que su pasado no lo deja ir y lo vuelve a arrastrar justo hacia el agujero del que quiere escapar. A su alrededor tenemos también a Keira Knightley interpretando, lo cual es un alucine porque después de la trilogía de los Piratas yo estaba convencido que esta pobre chupó algún rabo con lefa caducada y le dio un mal aire del que nunca se pudo recuperar. Qué bien que me equivoqué. Está fantástica como actriz a la que atraen los hombres problemáticos y que se mueve en un mundo en el que no hay privacidad alguna ya que siempre tiene en la puerta de su casa a un puñado de paparazzis gritándole e insultándola para que haga algo que merezca la pena vender a las revistas y los programas de escarnio de famosos. El trío lo completa David Thewlis como el asistente de la actriz que parece cansado de la vida y al que le cae simpático el macarra.

La música es de los sesenta o así, bastante vieja y le da un carácter añejo a la historia y el montaje con lleva desde una introducción que para nada fue relajada hacia la traca final siempre incrementando la presión y la tensión sobre los espectadores.

En definitiva, no es cine para acarajotados y borregos, es una buena historia que por desgracia no podréis ver en un cine y aún menos en versión original, algo que es obligatorio para disfrutar esta historia al completo.

07/10


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