Lorax. En busca de la trúfula perdida – Dr. Seuss’ The Lorax


Como yo tengo menos luces que el CinExin y cada vez que me aventuro en el cine de los intelectuales con gafapasta salgo cagadísimo y molesto por culpa de las mierdas que me meto entre pecho y espalda, el otro día me di unas vacaciones de mi mismo y me fui al cine a ver una película de animación, algo sencillo y creado pensando en los más pequeños y que se ajusta por completo a personas que como yo padecen el síndrome de Peter Pan y que no podemos dejar de hacer el maikelyacson cada vez que nadie nos mira. La película es Dr. Seuss’ The Lorax y se estrenó en España a finales de marzo así que es más que probable que siga en cartelera, aunque para reconocerla tendréis que buscarla por el título Lorax. En busca de la trúfula perdida, el cual, obviamente, es una traducción directa y literal del título en inglés, como cualquier persona con medio dedo de frente ha notado.

Un julay monta un pitote que no veas por el ansia tan grande que tiene por comerle el potorro a una loba de su barrio que lo ningunea

Un joven se embarca en una aventura por conseguir un árbol auténtico y conocerá al hombre que fue el responsable de la desaparición de los mismos , el cual le cuenta la historia y lo anima para que trate de reparar el daño que él hizo. En esa aventura conocerá al amor de su corta vida y despertará la conciencia de los acarajotados ciudadanos de un lugar que nos recuerda mucho a la sociedad en la que vivimos.

Esta es una fábula muy simple y que vale para ponernos en guardia contra las multinacionales y el poder tan grande que tienen. Nos recuerda que por más que esas compañías nos digan que no son malvadas, están en el negocio para hacer dinero y no se detendrán ante nada. Los personajes del bosque son preciosos, con unos colores vivos y que hipnotizan. El chico que nos lleva de la mano tiene el toque justo para que nos identifiquemos con él y nos pongamos inmediatamente de su lado y a la vez, las tramas secundarias y la historia que nos cuentan no dejan que nos aburramos ni un solo momento. El 3D seguramente se lo podrían haber ahorrado aunque hay un par de momentos en los que queda muy chulo. La voz del niño la pone Zac Efron actor que me cae bien por alguna razón que no termino de comprender. Los chiquillos que llenaban la sala mantuvieron la atención durante toda la película y al acabar salieron contentos con lo que la historia parece que pasa el test de calidad.

Si te apetece entretenimiento con segundas intenciones que seguramente te resbalarán y aprecias un trabajo bien hecho, esta es una buena opción. Probablemente todos aquellos miembros del Clan de los Orcos que dejaron preñadas a sus hembras a los diecisiete años y desde entonces cargan con la cruz de tener una lobezna o un coyote arruinándoles su vida deberían ir a verla. Lo mismo que padres responsables que quieren educar un poquito a esos cachos de carne con ojos que llaman sus hijos y que son como alborotadores juveniles.


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