Los amos del barrio – The Watch


Yo no sé como será con el resto de los subhumanos que pululan por el universo pero a mí, ponme una buena comedia en el cine y ten por seguro que me paso a verla y echarme unas risas. Este es un género que cuando funciona es muy agradecido y que no requiere de excesivos calentamientos neuronales ya que lo único que hay que hacer, es generar esos ruidos extraños y siempre distintos que son las carcajadas y que en mi caso suenan a burro rebuznando lo que probablemente de una buena idea de lo basto y zafio que soy, fui y seré por siempre jamás. Parece que las comedias no están de moda y no llegan muchas a los cines así que nada más estrenarse The Watch fui a verla con grandes expectativas que no llegaron a cuajar. En España se estrenará a mediados de octubre con el título de Los amos del barrio que parece que hasta me lo inventé yo.

Cuatro julays queman la grasa corporal apatrullando la barriada periférica en la que vive y así compensan su hambruna de comer coños

Cuando en una barriada suburbana sucede un crimen, uno de los vecinos tiene la genial idea de montar una patrulla de vigilancia y otros tres chiflados se apuntan. Lo que parece ser una forma estúpida de perder el tiempo se transforma en una batalla contra extraterrestres que están invadiendo la Tierra y que pretenden acabar con los seres humanos.

Con una trama como la que acabo de explicar, la película tenía que haber sido un bombazo del copón y los momentos hilarantes se debían haber sucedido con intervalos de ocho o nueve segundos entre ellos. El problema fue que a la hora de escribir el guión la cagaron hasta el fondo y salvo por tres o cuatro momentos divertidos, la película es un masque del copón, que cansa excesivamente y se hace eterna pese a durar ciento diez minutos. No hay risas y cuando la historia no ayuda, los actores pueden hacer poco por salvarla. Ben Stiller está que da pena y o se pasaron con el maquillaje o su cirujano plástico lo ha jodido pero que bien porque parece que lleva una máscara. El único que resalta de los cuatro protagonistas es Jonah Hill y tampoco es que haga algo memorable. Todos leen sus líneas sin fe alguna y los espectadores bostezamos y tratamos de buscar las risas en donde no las hay.

Ni siquiera las bromas zafias funcionaron y mira que con esas no hay que hacer demasiado esfuerzo. Para cuando llegamos al final, la historia es sencillamente absurda y tediosa y solo tienes ganas de salir del cine y no parar de correr hasta llegar a la calle. Igual hasta hubieron escenas desechadas en los títulos de crédito aunque nunca lo llegaré a saber porque me piré tan pronto vi el comienzo de los mismos.

En fin, una comedia que no da risa y que deberíais dejar pasar sin más. Gástate el dinero en cualquier otra cosa y no lo tires en esto.


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