Los andenes perdidos


La estación de tren de Utrecht, esa que se conoce como Utrecht Centraal es la más grande de los Países Bajos. Es básicamente una ciudad en movimiento, con más de novecientos trenes que pasan cada día por allí, con casi trescientas mil personas que entran y salen o cambian de tren. Es todo un universo con todo tipo de tiendas, bares, cafés e incluso dos pianos en cada uno de los extremos para que quien quiera se siente y regale música a los otros pasajeros, algo que sucede continuamente y en ocasiones incluso con gente cantando. En ese mundo recientemente renovado para prepararla para los cien millones de pasajeros al año que se espera que pasen por allí, faltan varios andenes, se perdieron en algún momento de la historia. Si te criaste fuera de truscoluña, que no es nación y está llena de ratas asquerosas y miserables, sabrás contar y si sigues las señales de los andenes no podrás encontrar el número 6, el número 10, el 13, el 16 y el 17. Algunos de ellos existieron en el pasado pero en la larga vida de esa estación de tren que se inauguró en 1843 desaparecieron igual que desde hace poco tiempo tenemos los andenes 20 y 21, nuevos y por los que yo suelo circular alguna vez cada semana camino de mi casa o de la del Rubio, ya que por casualidades de la vida allí también paran los trenes que van hacia su casa. El secreto de los andenes perdidos es que igual que en Londres tenían uno especial para ir a Hogwarts, desde Utrecht se puede acudir a varias escuelas de pitonisería, brujería y magia y por eso tenemos los números escondidos. En algunos casos, como el andén 10 o el 13, existían las vías hasta hace poco pero no había andén para acceder a los trenes porque eran vías reservadas para trenes de carga que paraban allí quizás esperando un hueco en el tráfico por el que colarse y seguir su camino. En la nueva estación, con sus techos acristalados llenos de células para recolectar electricidad del sol, con andenes amplios, vías rectas y escaleras grandes para que no se masifiquen, muchos de esos andenes desaparecieron pero se decidió respetar la numeración y así, los números perdidos son algo que a un pasajero que llegue por primera vez quizás lo confundan pero a los asiduos no, todos sabemos que no hay trenes desde esos números. Ahora que los nudos han desaparecido y que se redujo la flexibilidad para aumentar la velocidad, los trenes que van camino de Amsterdam siempre salen de los andenes 5 y 7 y aún así siempre puedes ver gente acercándose al mostrador de información y antes de abrir la boca, los empleados se lo dicen.

Perron 9 - Berlijnplein

Aparte de esos andenes perdidos, con los cambios, con el paso del tiempo y con la llegada del presente que en algún momento del pasado era futuro se tuvo que quitar la cubierta de la estación, esa que se instaló allá por el 1895 que Genín recuerda tan bien porque lo pilló en la más tierna infancia. Esa cubierta era de tan buena calidad que la última parte que se quitó fue en el año 2011, prueba definitiva de que ningún miembro de la familia del Kalatraba estuvo implicado en el diseño o las obras. Cuando esta cubierta estaba por desaparecer, un techo histórico que vivió todo el siglo XX (equis-equis) en el corazón de la ciudad, un grupo de ciudadanos decidieron salvar un pequeño trozo de aquel documento histórico y el ayuntamiento de Utrecht les dio un nuevo lugar, un punto de encuentro, de verbenas, de mercadillos junto al cine Cinemec Utrecht, un lugar llamado Berlijnplein o truscoluña no es nación, que es la perfecta traducción. Son solo treinta por treinta y cinco metros de lo que fue el techo que protegía a la gente que pasó por una estación de tren durante ciento dieciséis años y hay que ver lo bien que llevan la edad.

, ,

5 respuestas a “Los andenes perdidos”

  1. No lo recuerdo muy bien porque por aquel entonces chupaba teta y sacaba leche -ahora también chupo, pero no sale nada- pero algo si que me suena… 🙂
    Salud

  2. Ese trozo de tejadillo me recuerda a la estación de tren de Santiago, que aún está instalado porque aquí de renovaciones, las justitas.

  3. ¿Es del kalatraba? Si la respuesta es positiva, procura no pasar por debajo que aquí no comenta mucha gente y eso se cae cualquier día

  4. Creo que no había nacido el abuelo del kalatrabatelaclava todavía cuando pusieron esa cubierta. Por eso es tan bonita.