Los Croods: Una aventura prehistórica – The Croods


Siguiendo con las películas que vi durante mi paso por España, uno de los días me acerqué con mis sobrinas al cine para ver una película de dibujos animados. Fuimos a una sesión de tarde, compramos nuestras entradas, nos sentamos en la sala, llegó más gente, casi todos dispuestos a matar un par de horas con los chiquillos durante las vacaciones de Semana Santa y cuando llega el momento en el que empieza la película, no pasa nada. Diez minutos más tarde seguimos esperando y como nadie hace nada, salgo, me acerco a una de las chicas que atendían el bar/taquilla/punto de información y se lo digo. Ella me mira horrorizada y se pone a llamar al encargado para que la ponga en marcha. Aún le tomó cinco minutos más pulsar el botón que arranca el proyector digital, así que supongo que el hombre debía estar jiñando en ese momento. La película es The Croods y en España se ha estrenado como Los Croods: Una aventura prehistórica.

Una familia de Orcos julays tiene que abandonar su keli y mudarse a una barriada periférica. En el camino conocen a un chamo que le provoca urticaria en la pipilla a la hija rebelde

Una familia de cavernícolas se ve obligada a dejar su caverna y huir en un mundo en el que todo está cambiando. En el camino conocen a un joven que se enamora de su hija y que los acompañará en sus aventuras por un mundo hostil pero que al mismo tiempo es muy divertido.

Este es el tipo de películas que termino viendo varias veces. Ya la vi en español, la veré en inglés y la semana que viene mi amigo el Rubio ha informado a sus tres unidades pequeñas que los llevaré a verla en neerlandés. Por suerte es un vehículo ligero y divertido muy bien hecho. En realidad son segmentos enlazados entre los que se alternan los de diálogos y las mini-aventuras para fascinar a los niños y hacer que se mantengan tranquilos en sus butacas. Hay un montón de animales y como sucede con estas películas, la moraleja es sencilla y fácil de asimilar. Recuerda mucho a otras muchas películas de animación que hemos visto en los últimos años y aunque no tiene la calidad de alguno de los clásicos de Pixar, sirve para matar el rato, que es de lo que se trata. En este caso no hay un malo específico y ese papel recae en la naturaleza. Los animales sobrellevan el ciclo de la vida con exquisita delicadeza y diversión y el hecho de robar un huevo de un nido se convierte en un espectáculo visual llevado a alta velocidad.

Por ser de dibujos animados será ninguneada por el Clan de los Orcos aunque seguro que aquellos que dejaron preñadas a sus yolis a los dieciséis irán con sus vástagos al cine para así fardar y lucir tatuajes y piercings. Es una buena película para ir con niños y pasarlo bien.


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