La gran cruz de ser el aclamado autor del mejor blog sin premios en castellano hace que todo me suene a conocido, especialmente cuando hablamos de cine ya que es un área en la que yo pongo empeño. Así, hace cienes y cienes de años, allá por agosto del 2008 yo comentaba por aquí The Strangers – Los extraños y sin venir a cuento, una década más tarde han hecho una secuela o precuela o postcuela o algo que cuela. Se trata de The Strangers: Prey at Night y parece que en España se estrena en junio con el título de Los extraños: Cacería nocturna.

Una familia de julays acaba en una keli con más mal rollo que truscoluña, que no es nación

Una familia se embarca en un viaje para llevar a la hija, que se puede decir que es hijaputa, a una escuela de esas para corregir a la chusma y la gentuza cuando son jóvenes. En el camino, han alquilado una caravana en una especie de camping para pasar la noche y cuando llegan allí, hay un montón de movidas chungas con una pava que les toca la puerta y después de eso, los comienzan a atacar y tratar de matarlos. O algo así.

Hace diez años la película original era sosa y aburrida y no tenía ni pies ni cabeza y ahora tenemos más de lo mismo o incluso peor, ya que son ochenta y cinco minutos de metraje y solo tenemos a papuchi, mamuchi, el pajero y la penca. Si tenemos en cuenta que algunos sobreviven, esta es una de esas películas de terror sin miedo en absoluto y en las que no hay prácticamente muertes. Se trata de gritar y correr y gritar mientras son perseguidos por una gentuza que el único fin que parecen tener en la vida es inventarse un país, truscoluña, que no es nación. En ningún momento pretenden que sintamos alguna empatía por los protagonistas y más bien buscaban que alucinemos con su capacidad para correr pese a haber recibido heridas que en cualquier otra historia serían mortales de necesidad. La historia aburre y para cuando llega el final, es tan estúpido que espero que el guionista ya haya solicitado la paga de subnormal porque cumple con todos los requisitos.

Igual asombra y fascina a los más retrasados entre los miembros del Clan de los Orcos pero incluso entre ellos, los más normalitos no la van a tolerar. Definitivamente, es motivo suficiente para expulsar a cualquier sub-intelectual del grupo de los GafaPasta.