No se si será por la ristra de pallufos que me he mamado en el último año y medio pero lo de los dramas históricos gringos a mí me pone el vello de punta y entro a la sala de la filmoteca cuando me empujan el resto de espectadores porque mi cuerpo me pide a grito pelao que salga de allí corriendo y no pare hasta cruzar a otro continente. Pese a estos ligeros problemas, fui a ver Free State of Jones que en España se estrena la semana que viene con el título de Los hombres libres de Jones.

Un julay desertor monta una comuna sureña con barra libre de negros pero sin cubas libre

Como todo está basado en hechos reales ahora nos enteramos que durante la guerra civil gringa, en el sur hubo un montón de desertores que básicamente organizaron su propio país en una barriada de Mississippi y hasta permitieron que negros y blancos se mezclaran entre ellos como si fueran miembros de la misma especie. El chamo que organiza el cotarro larga a su hembra pálida y se encoña de una negrita que se la pone morcillona y acaban todos viviendo en la misma keli, pero antes de eso, lucharán contra los del sur por considerar injusto que ellos los pobres deban ser soldados obligatoriamente y se aprueben leyes que permitan a los niños de papá evitar la mili si sus padres tienen plantaciones con más de veinte esclavos. Esto es real como la vida misma, no hay más que ver las movidas de los socialistas con sus hijos en Andalucía, las malas bestias rabiosas del Trump a las que hay que pegar un tiro ya mismito o como torturan en España a la ciudadanía en los programas de los gritos con el hijo y la chama que compró la Pantoja, la hija verdadera de la Jurao y los que se compró en un mercadillo y que resultaron ser grano del más fino y similares. Tenemos guerra, venganza, odio, amor, racismo y un montón de cosas más.

La película cuenta una historia muy interesante y está bien hecha. Les sobran minutos de relleno pero por lo demás, te lo pasas más o menos bien en el cine. A mi en sus últimas películas Matthew McConaughey me pone de los nervios con su incapacidad para actuar, que parece un muro pero aquí tiene su puntillo y esa falta de sangre en las venas como que le viene bien a su papel. La historia gira alrededor de él, como se convierte en un desertor frustrado por los abusos de los ricos, como encabeza la revuelta, se enamora de una negra y lucha para que ella tenga los mismos derechos que él. Por razones desconocidas, alternaron esta trama con una especie de juicio de un blanco que al parecer es mulato o algo así y que debe suceder en algún momento después de la Segunda Guerra Mundial. Jamás entenderé la razón para ese añadido a la película porque fueron minutos perdidos y que sobraban. Por lo demás, cine para culturizarnos un poco.

Puedo afirmar y afirmo que no es cine para los miembros del Clan de los Orcos. Por más que haya alguna batalla, cuando la gente comience a hablar sin parar se aburrirán. Aunque el objetivo eran los sub-intelectuales con GafaPasta, tengo la sensación que no atraerá a muchos de esos.