Si yo hubiese nacido con el gen intelectual, iría al cine a ver clásicos incunables y mantendría conversaciones con amigos pedantes sobre la trascendencia emocional de los manteles rosa pálido en las películas de Bergman. Por suerte no soy más que un cacho de carne con ojos lo suficientemente listo para haber olido que España se iba al garete un rato antes de tiempo y salir por patas antes de la inminente debacle. Mientras el mundo entró en el siglo veintiuno y nos volvimos todos como más ñangas, un grupo de estrellas de Hollywood con los que todos gritamos y aullamos en nuestra juventud vivían en el más penoso olvido hasta que la película Los mercenarios ? The Expendables nos recordó que existían. Prácticamente dos años más tarde regresan con un elenco aún más grande en The Expendables 2 película que se estrena en España la semana que viene con el título de Los mercenarios 2.

Un montón de julays se van de parranda al quinto coño y montan una que no veas

Los mercenarios reciben un encargo relativamente fácil que se complica cuando otra banda los ataca para robarles aquello que debían rescatar y matan a un miembro del equipo. A partir de ese momento se monta la de Dios cuando ellos buscan a esos hijosdeputa para vengarse y hacen cierto ese refrán que dice que no vuelve a crecer la hierba por donde pasa Chuck Norris.

¡Toma, toma y toma! Tremenda película. Aún no habían pasado ni cinco minutos y yo ya gritaba a todo el cine: CLÁSICO, es un CLÁSICO. No había manera de mejorar la original y sin embargo lo han conseguido. No se complicaron y regresaron al mismo formato, añadiendo nuevas reliquias que estaban en el baúl de los recuerdos y entre las que destaca Chuck Norris que se ríe de si mismo y de las bromas que durante años se han hecho por Internet y que consigue que nos partamos el culo de risa con cada una de sus intervenciones. Por si esto no fuera poco, Stallone está como nunca, Arnold Schwarzenegger es un cachondo de que te cagas y Jean-Claude Van Damme sigue brincando y arreando patadas como siempre. Nuevo en el equipo es Liam Hemsworth, que no sé como lo convencieron para rodar junto a los dioses del Olimpo de la acción pero que solo por eso juro y prometo que veré las próximas cinco películas que haga aunque sean de la saga del Señor de los Julandrillos. Toda la película es un puro cachondeo y las escenas de acción son como las basuras que rueda Michael Mann, con escenas de esas a lo Heat en las que cuatro tíos matan a cuatro mil enemigos con tres pistolas sin balas y sin sufrir ni un rasguño. Te partías la polla en la sala con la gente riendo, aplaudiendo y hasta animando a los protagonistas para que no cese ni la música ni la masacre.

El guión nos lleva de escena de acción a escena aún más espectacular de acción a el no va más de las escenas de acción. Los diálogos están llenos de guiños y de humor y todo el mundo se ríe de sí mismo. Los perniciosos efectos de la cirugía estética se pueden ver en las caras de muchos de ellos, que parecen guiñoles de tanto que los han estirado pero aún así, los fans los queremos igual. Larga vida a este grupo de actores y que siga la saga como hasta ahora, con películas igual de cachondas cada dos años.

Este año el Orco que no vaya a ver esta película el día que ordene el Clan de los Orcos debería ser expulsado inmediatamente de dicho clan. Esta es obligatoria para todo ser sub-humano que se precie. Si tienes tatuajes o piercings, esta película es tu historia de cabecera. Si eres inculto y lo sabes, si te identificas con los Orcos en la trilogía de los Julandrillos porque eran los únicos que no presumían de maricones, estamos hablando del cine que tienes que ver, el que te educará y te enseñará las cosas de la vida que tienes que aprender. No creo que haya muchas hembras que disfruten de este tipo de cine pero seguro que alguna irá con la excusa de acompañar a su macho y jamás reconocerá que el cine de hombres es alucinante. Vete, vete y vete pero que ya a verla. Yo pienso repetir, tripitir y hasta cuatripitir si me da tiempo. Un clásico súbito.