Los seductores – L’arnacoeur


Para ir a ver la película de la que quiero hablar hoy me tuve que camelar a mi amigo el Niño y jurarle por las bragas sucias de Mafalda que era divertida y no era una comedia romántica. Como la peli es francesa, se daba por sentado que nos pasaríamos la misma leyendo subtítulos y además en la filmoteca, rodeados de todas esas chamas que crean agujeros en la capa de ozono con las dosis masivas de laca que se ponen y que beben vino durante la película para demostrar lo cultas y serias que son. Al final lo que decantó al Niño para verla fue que su hermana se apuntó y los tres nos fuimos una tarde de domingo al cine. Yo suavicé el palo con magdalenas y mantecados para todos. La película se llama L’arnacoeur y en España se estrenó en octubre del año pasado con el título de Los seductores.

Un julay se especializa en joder relaciones pinchando a las bebas con su aguijón del amor

La vida es muy dura y cada uno ha de ganarse el pan como puede y para el protagonista de esta película, el trabajo le ha llegado a través de su capacidad para seducir mujeres y hacer que rompan sus relaciones, siempre contratado por algún tercero y ayudado de su hermana y otra persona. Aunque por norma no aceptan trabajos en los que la pareja implicada es feliz, necesita desesperadamente conseguir un montón de dinero y consiente en romper la relación de una joven francesa millonaria que se va a casar en diez días con un inglés. Para ello, se convierte en el guardaespaldas de la chica y a partir de ahí viviremos un montón de entuertos divertidos y dicharacheros.

Desde el primer segundo sabes que esta es una gran película y desde el tercero o cuarto te estás riendo. Aquí se puede ver perfectamente lo importante que es el guión a la hora del éxito de una historia. Eso y una buena selección de actores y actrices que encajen en sus papeles, algo en lo que el director de esta película triunfó. Nos movemos en el terreno de las comedias románticas aunque más cerca de las comedias llenas de momentos absurdos y volatadas que en ningún otro cine son posibles. Los actores secundarios no solo no sobran sino que le ponen la guinda al pastel y llegas a cogerles cariño a todos y cada uno de ellos, salvo al novio inglés de la chica que de alguna manera se convierte en el malo de la película y al que le deseamos todo lo peor, siempre. Una cosa a destacar es la banda sonora, con una canción preciosa que aparece en un par de escenas y el tema principal de la película Dirty Dancing, esa canción que todos niegan que les guste pero de la que estoy seguro que hasta el Cristo del Menor Poder se sabe la letra y que tiene un par de escenas fundamentales.

Imagino que al doblarla le quitaron un poco la gracia y especialmente el don de idioma de los protagonistas, algo super cachondo y que vemos en un par de momentos de la película. Cuando tienes un buen guión, unos buenos actores y un director que sabe lo que hace, el resultado es un buen producto con el que los espectadores disfrutamos. Al salir del cine, seguimos comentando las mejores escenas y riéndonos durante un rato, que es de lo que se trata y todos nos fuimos a casa sabiendo que vimos algo muy bueno.

No es el tipo de historias que un miembro de pleno derecho del Clan de los Orcos puede apreciar ya que carece de efectos especiales pero si te gusta el buen cine y además quieres echarte unas risas, esta no te la puedes perder.


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