En mi afán por ir a verlo todo, últimamente me apunto hasta a los documentales, un género que funciona en ocasiones pero que tiene otras en las que antes de llegar al final del quinto minuto me tienen durmiendo en el cine. El de hoy era uno que además despertaba mi curiosidad ya que de siempre la cienciología me ha parecido una mafia de esas que cuanto más sabes de ellos, mejor los puedes evitar. La película que da una visión terrible de esa secta se titula My Scientology Movie y que yo sepa jamás se estrenará en España.

Un julay se va a gingolandia a tocar los güevos de la mafia de la cienciología

¿Culto auténtico o sistema para atrapar a pringados y sacarles la pasta? Junto con Louis Theroux, vemos los comportamientos mafiosos y las burradas que hacen los seguidores de la cienciología para proteger su secta.

Esto es como los documentales de Michael Moore, solo que en este caso se centran en una secta. Combinan escenas que suceden en la calle, reales, sobre todo mostrando el acoso de los fanáticos de la cienciología y algunas escenas son realizadas con actores que supuestamente hacen lo que los testigos que han escapado cuentan. La película es una fascinante aventura en la que no sabes si horrorizarte más por lo que te cuentan o por lo que ves hacer a los miembros de la secta. Viene a demostrar que con dinero, en los Estados Unidos puedes hacer lo que te salga del capullo. Alrededor de una de las fincas de la chusma esa hay una escena en una carretera pública increíble y además todo grabado por ambas partes, ya que los cienciólogos parece que lo graban todo. La película, al tratarse de un documental que lo único que quiere es mostrar la mierda tan grande que creen algunos, sigue un camino tortuoso y en ocasiones tiene momentos brillantes y en otras se estanca. En muchos momentos usan la comedia, con escenas que resultan ridículas por lo seria que es la situación y el narrador también tiende a provocar a algunos ex-miembros de la secta con diálogos estúpidos que quedan muy bien en pantalla pero que igual no venían a cuento. Pese a eso, el documental entretiene e informa.

Obviamente, no hay un solo miembro del Clan de los Orcos con capacidad cerebral para ver esto ya que desconocen el concepto de documental. Sí que puede ser del agrado de muchos sub-intelectuales con GafaPasta.