Mannen Van Mars


Seguimos con el cine holandés y en este caso se trataba de una comedia, con lo que uno cruzaba los dedos y esperaba descojonarse en el cine a base de bien, algo que al final se limitó a una sola escena, con lo que en vez de una peli, mejor hubiesen hecho un corto. Se trata de Mannen van Mars y jamás de los jamases se estrenará en España o en cualquier otro lugar del universo fuera de Holanda, ni siquiera aunque la titulen truscoluña no es nación

Tres julays van a una reunión del instituto una purriada de años más tarde y sin chimpún

Tres amigos del instituto reciben una invitación para una reunión de estudiantes. Uno de ellos se ha separado y su hembra se ha juntado con un cachorro joven y negro, otro está cegato y por no ponerse gafas parese rompetechos y el tercero es un putero que no veas que parece que quiere algo más. Cuando van a la fiesta, recordarán un montón de movidas viejas, se encontrarán con un montón de gente que salió de sus vidas hace la tira de años y alguno descubrirá que chingar sin goma es peligroso. O algo así.

Siendo como decían que era, una comedia, uno se masajeaba los músculos de la cara antes de empezar, aunque no hizo falta. El problema es que esto es un refrito de mil millones de películas de reunión de instituto, pero de las gringas, con el toque holandés. Comenzamos con la presentación de los tres perdedores, que no da risa ninguna y más bien aburre. Después se meten en un viaje en carretera en Holanda, en donde todo está como mucho a dos horas de distancia, con lo que el viaje es más bien una tontería usando globos de helio para que les cambie la voz. Después llegan al hotel y ahí tenemos la única escena ordinaria y vulgar con la que te ríes, cuando bajan al gimnasio y por supuesto se meten en las duchas juntos para mirarse las pollas, algo que al parecer hacen todos los machos de por aquí. A uno se le enganchan los güevos entre dos tablas del banco de la sauna y ese es el momento divertido, junto el de la depilación de los pelos del culo. Después de eso, tedio, discoteca con borrachera, más tedio y acabamos en la fiesta del instituto, con un montón de viejas que pretenden seguir siendo jóvenes y estos tres tíos pollardeando. En fin, que posiblemente he batido un nuevo récord mundial de velocidad de salida de una sala de cine al terminar la película.

Esto lo ponen en España y los miembros del Clan de los Orcos destruyen el cine hasta sus cimientos. Tampoco es algo para los sub-intelectuales con GafaPasta.


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