Aunque Bohol es un lugar turístico, al menos cuando yo pasé por allí y subí a la colina de Chocolate desde la que ves el resto, éramos cuatro gatos mal contados y la sensación que tienes desde allá arriba mirando esa enorme extensión de colinas y verde es increíble. La zona ha sido propuesta a la UNESCO para añadirla a la lista de Patrimonio de la Humanidad y es una especie de parque nacional filipino, concretamente el tercero que hicieron en el país. De las mil y pico colinas que hay, solo se usan dos para que los turistas puedan ver la zona.