Margin Call


Que a nadie se le olvide nunca que yo soy más básico que un menú de restaurante de comida rápida y lo único que pido a la hora de ir al cine es que lo que quiera que me muestren, capte mi atención y me entretenga. Eso y nada más. Me la trae al fresco si es un drama, una película bélica, si está llena de puterío o la han hecho de animación. Tampoco me preocupa si cantan, hablan por signos o escupen a la cámara siempre y cuando la historia merezca la pena. Aún así, me resulta muy difícil convencer a los amigos para ir a ver ciertos títulos y termino yendo solo al cine, aunque allí te encuentras que hay un montón de gente como tú y la sala siempre aparece más bien llena. Una de estas películas marginales que he ido a ver es Margin Call, historia que se estrenó en España hace casi un mes con el mismo título.

Unos julays se gastan el dinero en putas y sufren que no veas jodiendo al prójimo y no as sí mismos

Esto es como una especie de documental de las 24 horas que precedieron a la crisis del 2008 y lo que sucedió en esos momentos antes de la caída de cierto banco y la debacle que hubo. La película se centra en un joven analista que destapa la liebre sin quererlo y que se verá envuelto en el maremoto que arrasó la economía mundial.

Esto es como un partido de la Liga de Campeones. Han creado un elenco de estrellas, estrellonas y estrellados, encabezado por Zachary Quinto haciendo como de persona inteligente y acompañado por un montón de gente entre los que merece la pena señalar a Paul Bettany, del que yo creía que solo hacía papeles de curas del Opus y similares y Kevin Spacey y Jeremy Irons, de los que hacía un montón de tiempo que no se sabía nada. El apartado femenino es muy escaso y está representado por Demi Moore, de la que diré que aunque su arquitecto restaurador hace un trabajo fantástico, los primeros planos de cara la traicionan porque los ojos no engañan y todos sabemos que caminó sobre la tierra en la época de los dinosaurios junto a su más mejor amiga Sarita Montiel. La película es muy lineal, vamos siguiendo las veinticuatro horas que cambiaron el mundo y que nos han llevado a donde estamos ahora, con un banco en el que unos pocos saben que tienen mucho papel sin valor en sus libros y que buscan la forma de deshacerse del mismo. La crisis se va desplegando frente a nuestros ojos y aunque sabemos como acaba todo, quedas atrapado por los entresijos y por todos los chanchullos que todos sospechamos que suceden pero que aquí se ven claramente. Está claro que para ciertos puestos de poder, carecer de moral es un requisito indispensable.

La historia podría haber sido un pelín más dinámica y quizás se podrían haber ahorrado algunas de las historias secundarias, que solo aportan drama y no valen de mucho, pero por lo demás, está bien hecha, la gente que trabaja aquí sabe actuar y el director no quiso reinventar la rueda y tiró por lo convencional. Sorprende (y mucho) descubrir que los jefes, cuanto más alto en el escalafón, menos idea tienen de todo y lo único que hacen es decir que SÍ o que NO y al parecer por eso les pagan.

Pese a los momentos en los que la trama flaquea, resulta muy interesante. Definitivamente no es una historia apta para los miembros del Clan de los Orcos ya que no hay efectos especiales y se usan muchas más palabras durante las dos horas de las que ellos son capaces de articular en dos meses. Para los demás, puede resultar una opción interesante para dejar un poco de lado el cine más comercial.


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