Meócritas


Siempre me reprochan que soy misógino, homófobo, racista, fascista, clasista y vete tú a saber que más. La realidad es mucho más simple y odio a todos por igual sin discriminar por sexo, raza, religión, estatuto social o cualquier otra bobería que se os pueda ocurrir. Si es cierto que aquí se fustiga más a unos grupos que a otros. Uno de mis amigos, mariquitus máximus, se parte de risa con mis ocurrencias y me suministra material por si lo quiero usar. Algunas de mis amigas me leen y después me comentan que esto es muy descafeinado y que no hay color con mis actuaciones en vivo, las cuales os puedo asegurar que si ese día estoy inspirado son terroríficamente fascinantes, incluso para mí. Todo en esta vida son compromisos y yo tengo que mantener algunos vínculos sociales o acabaré más solo que la una en el infierno y por eso censuro algunas cosillas aunque no tantas como la gente puede creer y tampoco exagero demasiado. No es culpa mía si siempre me he visto rodeado de seres especiales y puedo ver aquellos que a otros se les escapa.

Toda esta introducción no viene a cuento para nada con el tema que quiero tratar hoy pero necesitaba algo de relleno y siempre es bueno mandar mensajes subliminales y ajustar cuentas con los amigos que si no se piensan que ando enfermo con la clásica depresión estacional. Hoy señalo y acuso con el dedo a los ME?CRITAS y todos sabéis quienes sois. Sois despreciables y asquerosos y eso que hacéis no tiene justificación ninguna, ese doble rasero con el que pretendéis medir vuestras vidas no es de ley. No se puede ir por la vida así sin más, hay que ser coherentes y adoptar una postura clara, sin aparentar por el qué dirán. Los más avispados ya saben por donde van los tiros pero para aquellos que aún se rascan la cocorota tratando de comprender el tema que está tratando el meapilas que esto escribe les diré que un Meócrita es un julay cualquiera como tú y como yo que parece llevar una vida gris y aburrida como todas las demás. Cada mañana se levanta, se asea un poco y se marcha al trabajo a matar ocho horas y rezar para que a fin de mes le ingresen dinero en su cuenta corriente. El Meócrita se descubre cuando va al baño de la oficina a vaciar la vejiga, ventilar el pajarito, achicar la cantimplora o como queráis llamarlo si os ofende el verbo mear. Allí, mirando a la pared en uno de esos urinarios de diseño, micciona y cuando acaba se acerca al lavamanos y se lava las manos. Maldito hipócrita, el mismo individuo volverá a casa, meará y ni por asomo se lavará las manos porque está en casa y allí no lo pueden ver. El Meócrita es un bicho rastrero y falso y sé que sois legión, que os conozco y os tengo bien catados. Os da miedo afrontar los comentarios de pasillo y los rumores de máquina de café y como las máquinas esas para secar las manos siempre son ruidosas y os delatan aunque estéis solos en el baño os secáis las manos después de cada meada y hacéis el paripé aunque la higiene no es lo vuestro y al llegar a casa ni de coña lo haréis. Llevo años visitándoos y comprobando que esas toballas que acompañan a vuestros lavamanos no han sido tocadas, están más vírgenes que el coño de una santa y esos jabones que dejáis en vuestros lavamanos aún permanecen en su envoltorio porque no fueron comprados para ser usados, fueron puestos allí para guardar las apariencias, para aparentar de cara a la galería.

¿Qué os cuesta reconocerlo? ¿Es tan duro decir que no os laváis las manos después de mear? ¿Acaso ese cacho de carne que os cuelga por debajo del pubis está sucio e infectado y os tenéis que limpiar cada vez que lo tocáis? ¿Ponéis las manos bajo el chorro de orina para calentároslas y por eso después os las tenéis que lavar? ¿Está el aire de vuestras oficinas sucio y enrarecido y unos midiclorianos que corren libremente por él no se posan en vuestras caras ni en vuestros brazos sino en vuestras pollas? No lo comprendo, de verdad que no. Que alguien me explique por qué te puedes rascar la cabeza y arrancarte con gusto la caspa, que es piel muerta y asquerosa, os podéis meter los dedos en la nariz y pescar mocos para fabricar bolas que luego tiráis contra cualquier cosa en la que se puedan agarrar y los más salerosos os las coméis sin aliño ninguno y no podéis tocaros un instrumento que va guardado y bien guardado, protegido por una prenda específicamente diseñada para ellos y que únicamente está en contacto con el aire durante el día en esos momentos de baño. De hacer algo, tendríais que lavaros las manos antes de mear, que ya lo decía el gran Torrente. Eso lo puedo entender porque ahí demostráis respeto y adoración por vuestro nabo pero lo de lavarse las manos a posteriori es repugnante, dais a entender que sois unos cerdos de cuidado y os da asco tocar aquellas partes de vuestro cuerpo que están a cubierto.

Respeto a aquellos que no se lavan las manos nunca porque demuestran ser hombres de principios. Estoy convencido que entre estos no hay un solo político porque ya sabemos como se las gastan esos. También respeto a los que se lavan las manos siempre, son gilipollas pero al menos no lo hacen de cara al escaparate sino por algún estúpido prejuicio que les inculcaron cuando eran pequeños. Estos deberían recibir tratamiento psicológico y ver si se puede hacer algo por ellos y para los otros, para los Meócritas, para esos no se puede hacer mucho. Tendrán que esperar al día del Juicio Final, cuando a las puertas del Cielo el Altísimo les reproche su comportamiento y les quite diez puntos de karma por mentirosos y embaucadores. Aquellos que leéis estas palabras y reconocéis en ellas vuestro pecado aún estáis a tiempo de enmendaros. Levantaros ya mismo, id al baño, agarraros bien el pene y cuando acabéis esa gustosa meada salid con la cabeza bien alta del baño y aprovechad para dar una palmada en el pelo a alguno de los Meócritas que trabajan con vosotros y mostrarles el camino a seguir.


6 respuestas a “Meócritas”

  1. Yo me lavo las manos siempre y mi parasicólogo dice que es porque he sido abducido por un espíritu maligno o en su defecto de cantante de reggaeton

  2. eso os pasa por tener la porquería esa ahí colgando, y si no teneis puntería, mead sentados! Cochinos!

  3. Virtuditas, algún día escribiré sobre los que mean sentados, aún tengo que encontrar un nombre adecuado que darles. Habrás notado el silencio que ha habido hoy en los comentarios. El que calla otorga y aquí hay mucho Meócrita suelto.

  4. Confieso que meo sentado.
    La culpa es de mi madre, que me echaba el rapapolvo cada vez que meaba, y opté por la solución más radical.
    Para más INRI me lavo las manos luego.

  5. SrFloppy, todo mi apoyo emocional. Esto es lo más fuerte que se ha dicho en esta bitácora desde la creación. Sólo conozco a otro que mee sentado y le dejé de hablar hace años por mala persona y por cabezudo.