Mi Jesus iPhone


Hace once días se comenzó a vender el iPhone 3G en casi todo el mundo. Esa mañana, cuando bajé del tren en Hilversum, me acerqué a la tienda T-Mobile del centro de la ciudad pero había una cola como las del paro en España y pasé de perder la mañana para no conseguir nada. Tenía clarísimo que quería comprarme uno pero no estaba dispuesto a perder un par de horas para que me dijeran que se había agotado.

A la hora del almuerzo me acerqué de nuevo al centro y la tienda estaba vacía. Después de hablar por teléfono con mi amigo Dani y cuando éste me comentó que podía reservarlo, entré en la tienda e hice la reserva para uno blanco de 16 Gigas. Mi contrato con T-Mobile acababa el 6 de Agosto y ya había decidido cancelarlo porque siempre supuse que lo vendería alguno de los otros operadores así que al saber que ellos eran los elegidos, opté por reengancharme.

Pasaron los días y las horas y los minutos y yo seguía rezando y rezando para que llegara esa llamada tan deseada. Mi teléfono hasta hoy es un Sony Ericsson k800i en el cual tengo limitadas las llamadas entrantes a 9 números porque continuamente me llaman desde call centers para ofrecerme todo tipo de productos que no deseo. La culpa la tienen los cabrones de las Páginas Blancas holandesas que tuvieron mi número con todos mis datos durante años sin que yo lo supiera. Cuando me enteré me costó un montón de intentos que suprimieran mi información pero el daño ya estaba hecho. En estos once días he tenido que responder a esas llamadas esperando que llegara mi hora.

Esta tarde sobre las dos y media solucionaba la decimonovena crisis en mi trabajo. Mi jefa sudaba tinta china con la de marrones que nos caían y que yo, diligentemente, recibo y reenvío en la dirección correcta. En las últimas tres semanas he demostrado sobradamente el por qué me pagan un sueldazo. Cuando sonó el teléfono, hice callar a todos los que estaban en mi despacho pidiendo milagros y respondí la llamada. Cuando desde el otro lado me dijeron que mi iPhone había llegado a la tienda me temblaron las piernas y supe que había recibido la llamada, que el mismo Espíritu Santo me había bendecido y reposeido.

A las tres mi jefa me dijo que me pirara a casa porque ya había hecho más que suficiente. No le hice mucho caso y me quedé de tertulia con los colegas, esperando una hora más, para asimilar esta bendición tan grande que el mismísimo Dios de los cristianos me había enviado.

A lomos de La Dolorsi me acerqué a la tienda y cuando llegaba ya perdí la compostura y me eché a correr. En la puerta me topé con una orca de esas moras tapada desde los pies hasta el cabezón pasando por la pipa del coño y la aparté mientras gritaba es míiiiiiioooo, es míiiiiiiiiio y me lancé directo al empleado más cercano. Había otros tres clientes que estaban tan alterados como yo así que supuse certeramente que ellos también habían recibido la llamada y esperaban, igual que yo, para tener en sus manos su Jesus iPhone.

El trámite fue muy rápido. Firmé el nuevo contrato, me dieron mi tesssssssooooro y una bolsa preciosa que guardaré hasta el final de los días y salí de la tienda abrazando la bolsa para que no se me perdiera. Conseguí controlarme lo suficiente para abrir la caja solo durante algo menos de un minuto y mirar el teléfono. Cuando llegué a mi casa me topé con mi vecino y aunque me moría por mandarlo al infierno y entrar, me paré a saludarlo e incluso le regalé una botella de vino y un queso canario como pago por sus servicios, ya que la semana pasada me arregló un par de cosas en el jardín y además se encarga de mantener mi casa con apariencia de habitada cuando yo estoy de vacaciones.

Una vez cumplido el tramite social, entré, corrí a coger la cámara de fotos y abrí la caja.

sacando el iPhone de su caja

Sacando el iPhone de su caja, originally uploaded by sulaco_rm.

Casi lloro de la emoción. Corrí a encender mi Mac mini y lo conecté. Lo que sucedió a continuación es el mayor milagro de la historia del universo. Culminé el proceso de activación y mi nuevo y flamante iPhone se conectó con mi iTunes. En unos minutos, mis contactos de google, mi agenda, mi correo, mi música, mis Podcasts y mis audiobooks estaban sincronizados. Todo esto sucedió sin tener que leer un complejo manual, sin rascarme la cabeza pensando en lo que había hecho mal, sin extrañas preguntas y momentos de frustración. Esta es la magia de Apple, aquello por lo que pagamos. Las cosas funcionan, así de sencillo. El iPhone detectó la red Wifi de mi casa, me preguntó la contraseña y se conectó. Así de simple, así de sencillo.

mi iPhone blanco

Mi iPhone blanco, originally uploaded by sulaco_rm.

Ya hablaré otro día de las prestaciones y demás. Por ahora, tras un par de horas de uso, le da mil vueltas a mi Sony Ericsson k800i, a mi MDA Vario y a cualquier otro teléfono que haya tenido. Es además el primero que no viene con un manual de quinientas páginas porque todo se hace de forma natural.

La primera llamada fue al teléfono de atención al cliente de T-Mobile. Pedí que me cambiaran el número y en la lotería de la vida me tocó uno lleno de seises, tantos como cinco, que como ya me ha indicado un colega, parece el número de un pariente del Maligno. Nada más terminar la conversación mandé un correo a la tropa holandesa avisándolos del cambio de número y diez segundos más tarde, mi amigo el Rubio tenía el honor de ser la primera persona que hablaba conmigo usándolo. Fue además la primera llamada iPhone a iPhone 3G de la historia de nuestra amistad.

En mi casa, ahora más que nunca, reina la manzana, con un iPod mini, un iBook G4, un Mac mini y un iPhone. Si tienes la pasta o la oportunidad, no dudes ni un solo instante y no hagas caso de los comemierdas envidiosos que te aconsejan lo contrario. C-?-M-P-R-A-L-O


8 respuestas a “Mi Jesus iPhone”

  1. Pues mi sincera enhorabuena! Yo aún no lo tengo nada claro. Sigue pareciéndome un robo tener que soportar 2 años de contrato en condiciones escandalosas con Movistar. De todas formas, aquí escasean.

  2. Aquí el contrato no está nada mal. Tengo 150 minutos, 150 sms, 2 MB de internet ILIMITADA, acceso ilimitado a todos los hotspots de wifi de T-Mobile y todo eso por 30 eurolos al mes. 7 más de lo que pagaba hasta ahora y tenía mucho menos.

  3. En los programas de por aquí, dicen que es una maravilla, pero menos, y después de criticarlo, llegan al colmo de lo contradictorio y recomiendan comprarlo…jajajaja Cosa que no voy a hacer porque soy mas pobre que las ratas de India y Pakistán juntas.Salud

  4. Yo le tengo el ojo echado a otro, que en españa somos pobres.  ¿Por cierto son cosas mias o la primera foto la hiciste con la caja virada al revés y no te distes cuenta hasta que tuviste que rotar la imagen?.  Saluditos.

  5. Es precioso, como todos los productos de Apple, yo no era adicta a ellos hasta que mi hermana me abrió los ojos convenciendo a mi madre para que me regalara un Ipod, desde ese momento lo quiero todo,  jejeje. Besos. Por cierto ya sabes, me sale foto.

  6. Genín, lo es. Una auténtica maravilla. Un ordenador completo en tu palma de la mano, sin teclado ni ratón y sin que los eches de menos.

    emo, buen ojo. Me di cuenta tarde y me dio pereza hacer la foto de nuevo sobre todo porque me gustó el resultado.

    waiting, veremos ….

  7. Soy un desastre con el móvil. Necesito que tenga una batería im-presionante o seguro que me olvidaré de cargarla, porque lo miro de semana en semana. Cuando uso el móvil lo uso para hablar o si hay algo que quiera sacar con la cámara porque me resulte curioso para luego enseñarlo en casa. El iPhone NO me compensa en absoluto. La batería no aguanta los 10 días que tengo ahora ni de coña, la cámara es un asco en la misma comparación… y solo para hablar, pues como que no me vale la pena, empezando porque tengo que pagar una cuota a Movistar de descargas se use o no…. por ahora esperará, y me quedaré con mi N73.

  8. Virtuditas, yo el problema de la batería no lo tengo desde que uso teléfonos con Internet ninguno te dura más de uno o dos días, así que recargarlo ha pasado a formar parte de mi rutina y el cargador está en un lugar estratégico de mi casa esperando el teléfono. La parte del teléfono que yo casi no uso es la de teléfono, para mí es un dispositivo para navegar por internet en el tren, en la calle, en casas de mis amigos, en el vestíbulo del cine y demás. Con el iPhone además puedo prescindir de cargar el iPod mini conmigo a todos lados y la cutre-cámara que trae hace fotos de calidad similar a las de mi Sony Ericsson k800i, es decir, cutre-fotos.