Mil ciento once días de constancia en el duolingo


El viernes mientras viajaba en tren entre Roma Termini y el villorrio de los arrabales de Tivoli aprovechaba para hacerme mi ración de ejercicios diarios con el Duolingo, programa que uso religiosamente todos los días para practicar y no olvidar el vocabulario de varias lenguas. Aquellos con memoria ciertamente defectuosa igual ya se han olvidado que hace quince días celebramos los Mil cien días de constancia en el duolingo y por ahí ya comenté que cruzaría un nuevo hito, uno muy especial por lo espectacular del número. Fue el viernes cuando llegué a los 1111 o mil ciento once días de uso diario del Duolingo y por supuesto, marqué esa jornada con un pantallazo o mejor dicho, con dos, ya que primero estaba practicando el inglés para holandeses, con el idioma del programa en holandés:

Y después estaba haciendo ejercicios de italiano y holandés para ingleses, en cuyo caso el programa está en inglés.

Ese día, con las distracciones de la escapada y demás fue el más flojo de la semana y solo acumulé ochenta y seis puntos de experiencia. En un día normal me muevo entre los cien y los doscientos puntos y casi siempre hago todos los ejercicios mientras viajo en tren o justo antes de que empiece alguna película en el cine, mientras ponen la publicidad y los trailers. Y a base de ser regular y de apostar cinco lingos cada día, ya estoy cerca de los diez mil y cada diez días recibo un arsenal nuevo:


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