Mismamente yo


Voy a aprovechar un comentario dejado en esta anotación para hablar un poco de mi página y de los engranajes que la mueven.

¿Cúanto tiempo le dedicas? Si asumimos que no veo la tele, que soy un borde y que por razones desconocidas las cosas más asombrosas suceden continuamente a mi alrededor, en total le estoy dedicando a esta bitácora más o menos una hora y media al día. El armazón es WordPress y lo cambio 4 veces al año, evento que me hace perder un domingo o quizás día y medio. O sea que no es mucho tiempo. Las historias tienen un 70% de realidad y un 30% de distorsión. El turco existe, igual que el chino, el holandés, er Dani y cualquier otra persona nombrada. Las cosas suceden sólo que yo las miro por el lado equivocado. Aquellos que tienen acceso completo a mi gigantesco archivo de fotos conocen la jeta del chino, del turco, de un servidor, de bleuge y de otros y otras. En el pasado, en la versión 1.0 de esta página, había una sección denominada El mito en la que tenía fotos con todos mis amigos y conocidos (siempre un servidor y …). Eliminé esa sección a comienzos del 2004, más que nada porque esto empezaba a ser visitado por gente que no sólo eran mis amigos y no quería problemas. ¿Hay fotos mías en Internet? Ciertamente. En la bitácora de Kike hay al menos una.

¿Vas a dejarlo? No tengo ni idea de lo que sucederá en el futuro, pero os aseguro que no hay ningún plan en mi cabeza para acabar con este entretenimiento y para aquellos que pierden el sueño por esto, decir que he pagado un año de alojamiento y dos de dominio así que hay distorsiones para rato. Igual que otros ven fútbol, escuchan reggaeton o se la cascan frente a sus ordenadores viendo fotos del padre Arpeles, yo escribo y me río con las cosas que hago. Por aquí pasan mi familia y amigos con cierta frecuencia. También se ha creado una pequeña comunidad del mambillo que comenta y crean parroquia. Con algunos hablo por el messenger de cuando en cuando. Con otros hablo por teléfono habitualmente. En esta página nunca hay descanso. Casi nunca publico en directo (hoy es una excepción), por lo general lo tengo escrito con al menos una o dos horas de antelación y en ocasiones con días. Si sé que no voy a estar el fin de semana, lo preparo unos días antes. En mi escritorio hay un fichero con frases que me recuerdan las historias que quiero contar y a veces salen después de un día y otras veces no salen o tardan, como es el caso del viaje a Nueva Orleans que me está tomando un año o como la historia der Dani, que sucedió realmente tal cual la estoy contando y de eso da fe alguno de los comentarios de mi amigo Sergio. El nombre de dicho fichero es kk.odt (extensión por defecto para documentos del OpenOffice)

¿Siempre acabas lo que empiezas? No. Entre las cosas que llevo macerando siglos y que no terminan de cuajar se encuentran los siguientes títulos: Frugoni es un nombre de tango, la fea del bar, las chochas de las ranas (con foto), el concurso del pub irlandés, las melopeas con el holandés, el friki con la rusa, especialista en cosmetología, el musical de LaMasmo, 4 libros que ya he leído, una película que me falta por comentar, minusválidas cerebrales, en fin, un montón de cosas que quiero contar y que no acaban de salir. Además de todo esto, cada día sucede algo especial a mi alrededor, algo que quizás otras personas no ven pero que a mí particularmente me llama la atención. Puede ser un puercoespín en el parque que hay detrás de mi casa como el que vi esta mañana, o un accidente de coche como el que presencié el otro día, o un intento de suicidio en el río Maas desde un puente de la ciudad de Maastricht como el que vi hace 3 años, siempre hay momentos que merece la pena retratar. Si consigo visualizar el lado divertido o ameno de esos momentos, entonces tengo una historia. Si no lo logro, pues acabarán como una línea de ese fichero de cosas inacabadas.

Lo duro de escribir es comenzar. Una vez se adquiere el hábito es muy fácil seguir haciéndolo. Espero alcanzar algún día algo de calidad pero tampoco me agobio por este pequeño detalle. Mientras me divierta y sirva para que los míos sepan algo de mi no me detendré. El sábado discutía con mi amigo el turco sobre este tema. Todos los que me conocen y leen esto saben muchísimo de mi vida mientras que yo no sé casi nada de las suyas. Cuando viajo a España la gente me pregunta por el chino, por sus gárgaras, por los problemas sexuales del otomano, por mi reincidencia en películas malas, por esto o aquello que han leído y que les produjo algún tipo de sensación. Yo únicamente puedo extraer la información que ellos están dispuestos a darme y que generalmente no es mucha.

¿Hay una parte que no cuentas? Pues sí. Cuento lo que me parece y me cayo lo que creo conveniente. Regulo la cantidad de información que suministro al igual que hace todo el mundo. Protejo a las personas que no quieren que se hable de ellas y no cuento esas historias (y creerme, hay algunas fantásticas).

¿Siempre publicas a las mismas horas? Al menos lo intento, son las ventajas del diferido. En muchas ocasiones las cosas salen cuando estoy en el trabajo (por las mañanas) o por ahí de copas o en el cine.

Y para aquellos que sienten algún tipo de curiosidad malsana, este ha sido mi día: me levanté a las siete, perdí la guagua y tuve que esperar diez minutos por la siguiente en la calle a ocho maravillosos grados de temperatura, a medio camino cortaron la calle para que salieran los coches de bomberos de su cuartelillo y por culpa de esto perdí el tren, lo cual me obligó a pasar otros quince minutos al fresco. El tren llegó tarde, la guagua para ir al trabajo salió antes de tiempo y tuve que coger otra que me dejó a cinco minutos andando. Tenía previsto dedicarme a verificar una aplicación de la que soy responsable de producto pero no pude porque aparecieron problemas en España, Dinamarca, Alemania y Austria en otro programa y tuve que ayudar a esa gente. A mediodía me fui a caminar con uno de mis colegas que no quiere que hable de él y después del paseo lidié con otra crisis internacional. Tuve un par de reuniones por la tarde, fui a mi médico a ponerme la vacuna contra la gripe y a las cinco me fui andando a la estación de tren y compré un billete para ir al aeropuerto a recoger a mis padres que llegaron esta tarde. Se les perdió una maleta así que tuve que esperarlos hasta que rellenaron todos los impresos. Después nos vinimos en tren a Utrecht y mi amigo el holandés nos recogió en la estación y nos trajo a casa. Estuvimos hablando y tomando cerveza hasta las nueve, que fue cuando cenamos y un poco más tarde mis padres se fueron a dormir, agotados. Ahora escribo esto y pronto yo también estaré entre sábanas.

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13 respuestas a “Mismamente yo”

  1. Ya tienes camas suficientes para que duerman tus padres en tu casa? Coño… debe ser fantástico tener un buen sueldo!

  2. despues de convivir con sulaco durante los ultimos 12 o 13 años, puedo dar fe, como los notarios, de que el 99% de las historias que cuenta, al menos que yo conozca, son totalmente verídicas, lo que contadas a tu manera
    algunos tenemos una especie de iman natural que nos permite atraer a gente rara, eventos e historias desquiciantes y demás parafernalia frikisocial!!

  3. A mí me ha tocado dormir en el sofá cama estos días. Aún tengo que comprar la nueva cama, que espero sea un canapé super caro y estiloso.

  4. Te imagino en tu casa decorada «de diseño» (metrosexual total) con el batín de seda, las zapatillas a juego y una copa de coñac en la mano mientras lees un libro en tu sofa (por supuesto sin tabaco ni nada que desprenda humo y sin calzoncillos, con el badajo colgando que para algo es tu casa).

  5. no, mi casa es más bien de gitano total y ahora que está mi madre, con cortinas españolas. Bebo cerveza, así que lo del Coñac como que no y el batín me lo tendré que comprar porque las abuelas de los alrededores ya me han pillado en boxers en la planta baja.

  6. emo: si… tiene razon lo de sulaco, el más bien es tirando a gitanillo :D, estilo y clase pocos, no tienes mas que ver que tiene un ipod y un ibook
    jeje

  7. Calma chicos, calma. ¡¡No sus peleeis!!
    Me es imposible saber si las historias de sulaco son inventadas o no, pero desde luego no me parecen imposibles, como mucho caricaturizadas y es ahi donde radican desde mi punto de vista las distorsiones.

    Como lector exigente y sin corazón, te voy a recordar que nos dejáste a medias con las historias del turco y la agencia de relaciones. ¿Que pasa, que quieres crear aún más expectación?
    Bueno, saludos de un admirador

  8. A mí también me gustaría acabarlas pero estas próximas 3 semanas son de pesadilla. Estoy trabajando al 150% y además tengo a mis padres en mi casa, las obras para cambiar la cocina y demás. Habrán días que ni siquiera actualice salvo que tire de historias viejas.

  9. eh… la respuesta a mi curiosidad ha rebasado cualquier expectativa, muchas gracias. Que sepas que aquí (en Simancas) sigues teniendo un lector casi siempre mudo.

  10. Si cada uno de los lectores mudos comentara una vez al día, tendríamos aquí un movimiento de comentarios increíbles. Por alguna razón, la gente prefiere mantener el anonimato. Supongo que somos demasiado agresivos y tendemos a despellejar al que se arriesga.