Navajazos


Llegó el día de la matanza y se ejecutó con navajazos diestros y certeros. En realidad el proceso comenzó el último día laborable de junio, cuando se produjo la primera baja, una pava que llevaba unos siete meses de baja sabática ya que quería disfrutar de la maternidad y tal y tal. Antes de tomársela, ya le advirtió un montón de gente que de haber despidos, ella iría en primera fila porque había elegido no trabajar y como nunca se sabe si va a querer regresar o no, entre la tesitura de perder dos trabajadores o uno, la empresa bota a la puta calle al que está de sabático, como le sucedió a ella, aunque por lo que me contaron, se fue saltando como cabra en monte de alegría, ya que hasta diciembre le pagan el suelo y después irá al paro, le dan un pastón para formación y seguro que en enero o incluso antes ya ha encontrado otro trabajo. El segundo navajazo fue para una que se siente justo a mi espalda y que es un misterio que jamás se resolverá. Cuando llegó a la empresa, hace un par de años, la presentaron como una tigresa, una hembra cazadora que iba a revolucionarlo todo y demostrar que pisando fuerte se puede llegar muy lejos. Todo iba super-hiper-mega bien hasta que abrió la boca. Resultó que su inglés era peri-patético y no se le entendía nada de lo que decía y más que tigresa, era una fantasma por lo poco que se le veía. Se montó el chollo y excusa de decir que trabajaba desde casa porque tenía muchas conferencias telefónicas con Asia y América y podían pasar semanas sin que la viéramos, con lo que lo de fantasma hasta le venía como guante de seda y así la llamamos, la mujer fantasma. Una de sus últimos logros fue al parecer no dar un palo al agua durante un par de meses porque su hermano estaba enfermo y lo tenía que cuidar, pero cobrando nómina. Lo suyo clamaba al cielo y desde que se anunció la reorganización todos sabíamos que su cabeza sería la primera en caer, aunque ha sido la segunda. No la echaremos de menos. Ambas pavas estaban en mi quiniela.

Hoy en una gala a través del esquipe y de otros sistemas de comunicación laboral averiguamos que el tercero resultó ser uno que no estaba en las listas de candidatos de nadie porque viene y hace su trabajo, tiene un salario bajo y es muy agradable. Eso no lo salvó y seguramente es el que echaremos de menos del grupo. Además, habla un poquiño de español y de cuando en cuando le enseñaba unas buenas palabrotas, de esas que no se encuentran ni en el libro gordo de Petete. El cuarto fue un sorpresón mayúsculo. Yo había puesto mi dinero en una pava del mismo departamento por la famosa regla del Chumino, que estipula que si hay un chocho, no se puede echar a un hombre. Fallé clamorosamente. Han echado a la puta calle a su jefe, un gerente y esto es un evento asombroso ya que que recordemos, es la primera vez en años que echan a un jefillo, lo normal es que larguen currantes y las capas de jefes se mantengan intactas, con lo que hay gente que tiene un jefe que a su vez tiene un jefe y todos flipamos por esta jerarquía unipersonal. Al que han echado ni lo pusimos en la lista porque lleva más de una década como gran favorito, todo el mundo lo ponía en la calle pero él sobrevivía a todas las rondas de despidos, creíamos que era inmune. El colega tiene menos amigos que Puerkagón en el tribunal supremo, todo el mundo le tenía tirria, alergia, manía y ganas, así que su caída se ha vivido como lo único bueno de la jornada.

Demostrando el poder en la sombra, la Bruja Malvada de la primera planta o la directora de Recursos inHumanos, subió a mi planta, hizo un corrillo con todos nosotros y nos informó de los cuatro navajazos. Por supuesto llegó algo tarde ya que para cuando lo hizo ya estábamos distribuyendo la información a nivel internacional, pero nos alegró que venga a informar en persona para convertir nuestros rumores en noticias fundadas y verificadas. Nadie en el resto del edificio recibió ese trato con lo que la tropa estaba alucinando por el gesto que hizo, aunque todos esos no deben ser conscientes de las zancadillas y los cogotazos que repartimos cuando nadie nos mira. Ahora que muchos respiran tranquilos porque han superado la prueba, nosotros ya hemos puesto en marcha la máquina de la próxima, que creemos que se iniciará oficialmente en diciembre pero habrán reuniones y discusiones secretas con más pérdidas de aceite que el Titanic mientras se hundía, en octubre. El plazo para ejecutarla lo hemos puesto en marzo del año 2020 por las velocidades a las que los seres amarillos pueden tomar decisiones, que no son muy altas y que con tanta duda y pollarderismo, hacen que estos aquellares se extiendan durante medio año.


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