Nebraska


La última de las nueve películas nominadas al Oscar que premia el conjunto se me resistió un poco porque no se estrenó hasta estos días pero eso no evitó que moviera cielo y tierra para ir a verla antes de que se den los premios. Al final me monté una sesión doble el jueves después de salir de trabajo, con lo que fui escopeteado a Amsterdam y además de ver las dos películas he encontrado el lugar en el que hacen las mejores hamburguesas en esa ciudad y mira que he probado restaurantes y baretos hasta encontrarlo. La película de la que voy a hablar es una historia con un trailer algo exótico titulada Nebraska y que en España se estrenó hace un mes con el mismo título.

Un julay algo senil se emperra en que le tocó la lotería y se va hasta más allá de Vecindario a recoger el premio

Un abuelete muy afectado por la sequía producida por la escasez del riego se emperra en que le ha tocado una extraña lotería que suena a timo y para la que tiene que ir al quinto recarajo a buscar su premio. Después de unos intentos para escaparse andando su hijo menor se ofrece a llevarlo y se echan a la carretera para vivir una curiosa y extraña aventura que los llevará hasta la ciudad en la que nació y se crió y en donde dejó muchos fantasmas enterrados.

Reconozco que cuando la película comenzó en los primeros minutos me tocaba mucho los huevos que la hayan hecho en blanco y negro ya que no le veía ningún sentido a esa elección del director y la falta de color me distraía. La cosa es que según van pasando los minutos la trama se vuelve tan interesante que llega un momento en el que me la suda si es una peli en blanco y negro, en color, de animación o de plastilina. La historia es muy simple y potente y está muy bien contada. Tenemos un anciano soberbiamente interpretado por Bruce Dern que se ha emperrado en que ganó la lotería y solo parece hacerle algo de caso su hijo, interpretado por Will Forte y con el que recorre los Estados Unidos. La película se supone que es un drama pero el ramalazo cómico es brutal y te pasas mucho tiempo desternillándote con las cosas que les suceden. Todas y cada una de las escenas con June Squibb son antológicas e imagino que le darán el Oscar a mejor actriz de reparto porque se lo merece sobradamente. La historia se va desplegando lentamente y nos permite disfrutar con el descubrimiento de la vida pasada del protagonista a través de aquellos que formaron parte de ella. También nos lleva por su mundo actual, no solo la vejez sino el alcoholismo y la forma en la que no parece conectar con su esposa e hijos. La reunión familiar en el poblacho en el que nació es épica y creo que me estuve riendo un rato largo.

Vuelvo a repetir que no es una película fácil de digerir. Es lenta y al director no le importa nada eso y si no te adaptas a su ritmo, te aburrirás soberanamente. Es el tipo de cine que si por error entra un miembro del Clan de los Orcos, rompe la butaca de la rabia. También es el cine que pueden adorar los sub-intelectuales de GafaPasta. Si te gustan los dramas, si te gusta la comedia, si te gusta el buen cine y sabes apreciar una historia, esta es una de esas que te encantarán.


7 respuestas a “Nebraska”

  1. Te ha faltado decir el nombre del lugar de las hamburguesas. Es que me interesa, para el próximo viaje…Jajaja…

  2. Yo ocupo poquito; no se notaría nada mi presencia. Así que si te apetece dejar de ser «malillo» durante un ratito…me pasas la dirección por correo.
    No te doy las gracias de antemano, porque no estoy segura ni de que acabes de leer el comentario. Jajaja….

  3. Currátelo como hice yo, que he probado en decenas de lugares hasta encontrar el adecuado. Seguro que en donde vives hay algún lugar en el que hagan buenas hamburguesas.

  4. Donde vivo no me interesa encontrar un lugar de buenas hamburguesas, porque prefiero comida casera. Pero en Ámsterdam me interesa todo (comida rápida y lenta), para que cada vez que voy tenga distintas opciones (según el tiempo del que disponga).
    De todos modos, yo soy más buena que tú…y te voy a decir un sitio donde he comido varias veces (y me encanta); se trata del restaurante Moeder – Rozengracht 251, Ámsterdam. Claro que a lo mejor a ti ni fu ni fa… o ya lo conoces. Pero, yo lo dejo ahí por si acaso.
    Cuando yo lo descubrí, caminando por Ámsterdam, podías entrar sin más…que siempre había sitio; pero ahora hay que reservar mesa, porque parece ser que está muy solicitado.

  5. También tengo mis sitios secretos para comida holandesa fuera de Amsterdam. Nunca he visto un turista en el lugar y no seré yo quien se chive.

    Y ni te cuento del asiático que nos tropezamos hace poco. O del mejicano del este del país. O del italiano de verdad. O de los sitios de pescaíto y mejillones en la Haya y en Rotterdam. Esos secretos irán conmigo al horno crematorio.