?rase una vez una niña muy pero que muy bonita que lo que más quería tener en este mundo era un queso grande, grande, grande para poder comérselo. Su papá, sabiendo cual era su deseo, la apuntó a una competición en la que el premio era un queso de doce kilos, grande, grande, grande y durante unas pocas semanas cada día entraba un montón de veces a votar para que esta niña tan bonita y que tanto quería un queso pudiera conseguirlo. A su papá lo ayudó su mamá, los abuelos, el tío Sulaco y muchos amigos que como Waiting, el Niño, el Moreno, el Turco, Luis, Virtuditas, Ivan, votaron una y otra vez para que esa niña pudiese hacer realidad su sueño.

Y así fue que sucedió que un buen día, a las doce de la mañana, se cerró la competición y la niña quedó entre los ganadores y ese mismo día le informaron que su queso llegaría pronto a casa y la niña se puso muy pero que muy pero que muy contenta y reía y saltaba con alegría porque su queso pronto estaría con ella.

Un par de días más tarde el cartero llama a la puerta con una caja muy pero que muy grande y pesada que va dirigida a la niña y ella sabe inmediatamente lo que hay en su interior y corre a abrirla y cuando lo ve, sonríe y se enamora inmediatamente de su queso, ese gran queso por el que tanta gente se unió para que lo pudiera disfrutar.

Y este pequeño cuento de una niña con un queso tuvo un final feliz ??