Noche y día – Knight and Day


Me doy unas vacaciones a mi mismo de comedia romántica para ver una película de acción y comedia romántica con dos estrellones de gran relumbrón en pleno declive. El cine petadísimo de parejas y de grupos de colegas que van atraídos por un trailer en el que abundan las escenas de acción y en la sala la excitación porque vamos a ver algo grande. Qué lastima que al final la cosa no siguió por esos derroteros. La película es Knight and Day que fue inteligentemente traducida al español por un estudiante del sistema educativo actual como Noche y día, claro que todo se explica porque la letra K es muda y como no se oye, pos la borramos y listo.

Una petarda de julay se tropieza con un julay pachanguero y a partir de ahí son como Bonnie & Clyde pero en versión Corporación Dermopatética

Una especie de espía o agente secreto del copón se cruza en el camino de una desgraciada perdedora que acude a la boda de su hermana. A partir de aquí la vida de ella cambiará profundamente cuando se ve involucrada en una trama internacional con españoles que hablan su propia lengua con acento gringo y eso que son andaluces y con una dosis masiva de volatadas. Entre medias la chama se encoña del chamo y ya está, se montó el pitote.

Es una lástima que en España la película la doblen al español porque lo mejor son los falsos españoles con un acento de que te cagas y con Jordi Mollà hablando con un acento español terrible y eso que a mi me educaron haciéndome creer que Cataluña es España pero está clarísimo que es otro país de habla ingles y en el que el idioma español, si se usó, desapareció hace generaciones. Aparte de esta jilipollez, el poner los Sanfermines en Sevilla demuestra la inquina que le tiene a esa ciudad Tom Cruise, porque si no recuerdo mal ahí también dijo que en Semana Santa se queman a las vírgenes. Lo próximo será que las bailaoras de flamenco son julandrones transgénicos y que palmean con los güevos. La película falla porque el guión no hay forma de cogerlo, no se sostiene por ningún lado, es una sucesión de estupideces que parece no tener fin y que destrozan las buenas dosis de acción y la labor de los protagonistas, Tom Cruise y Cameron Díaz, los cuales hacen su trabajo muy bien. Se les comienza a notar un poco ajados. De Tom no me extraña porque es de la época de las pirámides de Egipto y por más que lo maquillen y lo metan en quirófano ya no tiene la pinta de chavalín que nunca ha comido un coño peludo que tenía antes. De la Cameron me lo esperaba menos porque no es tan vieja y todavía tengo fresca en mi memoria su época de lefo-punkie en la que le daba usos creativos a la leche mangorra o eso que los más cursis llaman el jugo de la vida. Al menos la película nos sirve para demostrar que da igual lo grandes que son los estrellones que pongas en pantalla, necesitas una buena historia para sacarles partido y aquí no la hubo y todos los intentos cómicos se estamparon contra la pantalla.

Si se lo hubiesen currado un poco más estaríamos celebrando el peliculón del verano pero me temo que al final lo que ha salido es una mediocre película de acción, posiblemente demasiado cara y que pasará al olvido en un par de meses.

Si en el cine al que acudes hay aire acondicionado posiblemente merezca la pena ir a verla y así pasas dos horas al fresco acompañado del resto de la manada de orcos pero vamos, que si te esperas la puedes ver en casa sin grandes problemas y no te habrás perdido ningún clásico.

06/10