Las pelis estas de catástrofes son siempre chorras pero es que no me puedo contener y las voy a ver todas porque al fin y al cabo, es cine para divertirte y flipar con las polladas que suceden en la pantalla, es un sub-género que casi entronca dentro del grupo de películas que son tan malas que te diviertes. Una de las últimas que he visto es The Hurricane Heist, la cual se estrenó la semana pasada en España con el título de Operación: Huracán.

Unos julays planean un robo en un banco federal y tres pollabobas les hacen frente

Una banda super-organizada trama y ejecuta un atraco a un edificio del Tesoro Americano en medio de un huracán y en el lugar, aislado del universo, solo quedan una poli y un chamo meteorólogo que pasaba por allí para neutralizar la amenaza y evitar que se lleven un montón de guita. Todo esto, con mucho ruido y pocas nueces, que aquí no hay chimpún ni pezón al sol.

Desde el punto de vista del guión esta película es un desaguisado. La historia es simplona en grado superlativo, lo cual te ahorra usar capacidad de procesamiento cerebral para desgranarla. Todo lo ves venir desde muy lejos y te puedes centrar en las polladas que hacen, que son épicas y en las gilipolleces que dicen, porque los guiones son fabulosos. Cada vez que uno abre la voca es que lo mejor que podría pasar es que se la sellen con un cipote porque la cagan pero precisamente por eso, te pasas gran parte de la película riéndote. Los efectos especiales eran como de serie B o Z, cutres en muchas ocasiones, pero te ríes igual con ellos y los actores demuestran una incapacidad para actuar que resulta hilarante. Sale Ryan Kwanten, uno de mis actores favoritos de True Blood en donde interpretaba al hermano acarajotado de Sookie y aquí está gloriosamente estúpido. La traca que desencadena el final no puede ser descrita, hay tantas polladas que se suceden en serie y en paralelo que no te dejan un solo instante para procesarlas. Los efectos especiales del final son de lo peorcito que he visto en los últimos años y precisamente por eso, fabulosos. Ya sé que debería hundirla pero es que me lo pasé bien, la olvidé según salí del cine pero no me llevé ningún mal rollo de la sala.

Esto es perfecto, repito, perfecto, para los miembros del Clan de los Orcos. Se lo tienen que pasar de vicio y reírse como cerdos en el matadero. Está claro que jamás, ni en este ni en universos paralelos los sub-intelectuales con GafaPasta se acercarán a un cine en el que la estén poniendo.