Seguimos viendo casas flotantes y aunque muchas son parecidas, cada una tiene algo distinto, al contrario que las casas que vemos por detrás en la calle y que siempre dan la impresión de ser más de lo mismo. Esta creo que es un pelín más corta que las otras. Fijaros que la profundidad de estas casas es de unos cuatro metros (quizás cinco), con lo que no son muy grandes y en prácticamente todas ellas hay familias con niños. En ésta y gracias a la cultura protestante sin cortinas podemos ver que a la derecha está la cocina y la mesa para comer todos juntos y en el lado de la izquierda es el salón. Como están todas ubicadas en batería, una detrás de otra, tienes al vecino mirándote desde un par de metros más allá, como se puede ver a la izquierda. En la parte que da a la calle, tienen un pequeño jardín de entre uno y dos metros de ancho con el acceso a la casa y el lugar en el que dejan las bicicletas.